El “Método de Situaciones” del Sensei Kenichiro AGEMIZU aplicado en la Universidad TOKAI.
En la presente Nota, trataremos de ahondar algunos aspectos del llamado “Método de Situaciones” aplicado exitosamente por el Sensei Kenichiro AGEMIZU en el poderoso equipo de la Universidad TOKAI cuyos lineamientos generales ya fueron presentadas en 2 notas anteriores donde nos referimos respectivamente a sus 2 libros “Judo: Base y Táctica” (2017; 柔道: 基本と戦術) y libro “Judo: Método de la Victoria – estilo de la Universidad TOKAI” (2019; 柔道: 勝利のメソッド).
Ver la 2da Nota.
Cabe destacar que se trata de un método aplicable sólo en un contexto especial altamente competitivo como el del Club de Judo de la Universidad TOKAI cuyos integrantes son atletas de alto rendimiento que ingresaron al mismo por sus antecedentes y cualidades. La mayoría de sus integrantes fueron seleccionados entre los alumnos destacados de la cadena de escuelas secundarias superiores que cuenta la universidad o reclutados desde otras escuelas por sus condiciones sobresalientes. Por lo tanto, no se trata de un método que pueda ser aplicado en cualquier contexto.
Antes de referirnos al “Método de Situaciones” que es la parte central del último libro de AGEMIZU, trataremos algunos aspectos de su pensamiento sobre la práctica del Judo para comprender mejor su método que, como cualquier otro, tiene sus seguidores y detractores, aunque no haya dudas de su resultado éxitoso.
Tampoco hay dudas de que AGEMIZU es un gran estudioso de los sistemas de entrenamiento, perfil por el cual accedió su cargo actual de director técnico del equipo masculino del Club de Judo de la Universidad TOKAI, sin contar con antecedentes deportivos sobresalientes como lo ostentaban sus antecesores como Yasuhiro YAMASHITA o Kosei INOUE.
El Entrenamiento basado en la Técnica.
Dentro de los 3 componentes que tradicionalmente el Budo o el arte marcial japonés ha venido diferenciando dentro de su entrenamiento, “técnica”, “físico” y “mente”, AGEMIZU prioriza “la técnica” para ejercitar durante el limitado tiempo de entrenamiento. Considera que el tiempo de entrenamiento debe ser principalmente destinado para que cada uno de los atletas pueda ir incorporando y reforzando aquellas técnicas que necesita, considerando que, con el entrenamiento técnico como base, se puede incidir también en lo físico y en lo mental.
En su opinión, cuando se prioriza lo mental o lo físico, se tiende a enfocar en la capacidad de “resistir del atleta”, limitando la posibilidad de pensar y gestar algo nuevo. Si bien no desconoce la importancia de la fuerza mental, pero reconoce que, la necesidad de recurrir al mismo no aparece al comienzo de un combate, sino recién cuando hayan mermado la técnica y la fuerza de ambos contendientes. Por ello, si uno es superado en lo técnico, no llegaría hasta el momento de tener que recurrir a su fuerza mental.
Por consiguiente, AGEMIZU considera que la práctica del Judo no debe convertirse en una suerte de “Batsu Game” o “Juego de Castigos”, de modo tal que el tiempo de práctica sea un tiempo de placer y esperanza donde cada uno encuentre la vía para su crecimiento, pensando teóricamente en las técnicas que necesita incorporar o reforzar.
Precisamente, fue para facilitar el análisis de las fortalezas y debilidades por parte de los atletas que introdujo la “Teoría de las 6 Secciones” que ya fue tratada en las 2 notas anteriores.
Durante el entrenamiento, los atletas deben contar con un margen de reserva que le permita pensar en cómo resolver técnicamente una dificultad, ya que, cuando se prioriza el entrenamiento físico y mental, se pierde este margen y lo único que puede hacer es “pensar en resistir” (aguantar), no pudiendo realizar una práctica pensada para ir superando sus debilidades.
Los 3 ejes necesarios en el Judo Actual.
Así como posiciona a “la técnica” como el componente central en el entrenamiento, según su teoría, “la técnica” es también el eje principal entre los 3 ejes necesarios para el Judo Actual, junto a “la fuerza de contacto” (tomado tal vez del vocabulario del Rugby) y “la tenacidad”.
Denomina “técnica” a la capacidad de hacer frente a los más variados tipos de rivales (simplificados en 6 tipos, según su “Teoría de las 6 Secciones”). Tal como se indicó más arriba, el entrenamiento debe estar enfocado en la adquisición o asimilación de la técnica (su base y sus aplicaciones) y para ello, el entrenamiento debe tener como base el uchikomi y el nagekomi y ser complementado con la práctica de los distintos kumite y situaciones.
La llamada “fuerza de contacto” es considerado como el 2do eje del Judo Actual, por su incidencia en el resultado de los combates, especialmente a la luz de los cambios reglamentarios, como la prohibición del agarre de la pierna. En el Judo Actual, se ha tornado cada vez más importante la capacidad de “forcejeo”, resultando necesario realizar una práctica que permita resistir un ataque del oponente hasta el final o de persistir en un ataque hasta derribarlo.
El tercer eje es “la tenacidad” que es lo que define un combate cuando éste se alarga ante una igualdad de nivel en la técnica y en la fuerza de contacto. Cuando exista una diferencia marcada en cualquiera de estos 2 ejes anteriores, resulta muy probable que el combate se defina con relativa rapidez, sin que resulte necesario el afloramiento de la tenacidad. Ésta es un factor necesario no sólo en el contexto de un combate, sino también a lo largo de un campeonato, cuando, al ir avanzando de ronda, debe enfrentar las rondas finales, con pocas reservas de fuerza. La tenacidad se ejercita a través de la práctica del randori y la práctica de situaciones que se realiza fijando tiempos y compañeros.
La búsqueda de balance de estos 3 ejes es la base del método de entrenamiento del Club de Judo de la Universidad TOKAI, haciendo que, durante el randori, se pueda aplicar las habilidades adquiridas en las distintas prácticas.
Trabajar en estos 3 ejes significa la preparación para poder hacer frente a los más diversos tipos de rivales. En otras palabras, el atleta va asimilando los elementos básicos para poder ganar los combates, utilizando los 3 ejes.
La siguiente etapa es la que cada atleta se prepara para hacer frente a los distintos tipos de rivales y situaciones, para lo cual se vuelven fundamentales las prácticas situacionales.
Conocer a los Rivales y Conocerse a sí Mismo.
AGEMIZU, a lo largo de sus obras, insiste en la importancia de conocer tanto a los rivales como a uno mismo, especialmente en una época como la actual en que la información y las imágenes de video están al alcance de todos.
Cita, en más de una oportunidad, una de las frases del famoso libro chino sobre tácticas y estrategias militares “El Arte de la Guerra de Sun Tzu” (Siglo VI a.C.) que dice: “Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no temas el resultado de cien batallas; si te conoces a ti mismo, pero no conoces al enemigo, por cada batalla ganada perderás otra; si no conoces al enemigo ni a ti mismo, perderás cada batalla”.
Es así que pone especial énfasis en la importancia de conocer tanto a los oponentes, desde sus tokui waza, sus hábitos o costumbres durante los combates, hasta sus debilidades y fortalezas, como conocerse a sí mismo, de modo de poder trazar la estrategia de combate sobre la base de las características de ambas partes. Ante todo, en su autoanálisis, cada atleta debe identificar en cuáles de los 3 ejes mencionados, “técnica”, “fuerza de contacto” y “tenacidad”, se encuentra su mayor déficit con el fin de enfocar su entrenamiento en el fortalecimiento del eje más débil y de allí, avanzar a las prácticas situacionales, con el fin de poder ir encontrando las formas más apropiadas de plantear los combates frente a los distintos tipos de rivales,
Por ejemplo, si el tipo de rival que más lo complica es el de agarre asimétrico o kenka yottsu, debe analizar primeramente las razones por las cuales lo complica, para luego realizar las prácticas situacionales para superar la dificultad. Para ello, debe buscar la mayor cantidad de compañeros con agarre asimétrico, con el fin de ir probando las distintas soluciones e ir haciendo los ajustes necesarios. Mediante la repetición del ciclo PDCA para cada situación, el atleta irá paulatinamente ganando confianza.
Así, si uno practica durante los entrenamientos la mayor cantidad de situaciones con los más diversos tipos de compañeros, cuando tenga a la vista la llave en un campeonato, podrá realizar la última práctica para el ajuste final, según los rivales que le tocará enfrentar.
Asimismo, el autor clasifica en dos grandes grupos las técnicas básicas del Judo. El primer grupo corresponde a las técnicas básicas propiamente dichas como el seoinage o el uchimata y el segundo grupo corresponde a la base de las técnicas para plantear los combates, empezando con las distintas formas de dominar o prevalecer en el kumite.
La única forma para asimilar las técnicas básicas es la práctica del uchikomi y el nagekomi que deben ser realizados con la debida concentración, prestando atención, entre otros aspectos, al trabajo coordinado del tsurite y el hikite y a la ejecución correcta del taisabaki. Por otra parte, la base de las técnicas de combate debe ser perfeccionada a través de la práctica de distintas situaciones y escenas con patrones de respuesta “recortados” o extractados del desarrollo real de los combates. Así, por ejemplo, para consolidar la base de las técnicas de kumite, se debe practicar simulando las más diversas situaciones con los más diverntos tipos de rivales.
La Importancia del Uchikomi.
Tal como nos hemos referido en las notas anteriores, resultan muy particulares e interesantes la forma de clasificar y agrupar las técnicas básicas (BIG 6 y SMALL 4), así como la forma de enfocar el uchikomi.
Aquí, obviaremos tratar lo relacionado con la clasificación de las técnicas básicas (ya tratadas en las 2 notas anteriores) y profundizaremos sobre el uchikomi al que ya nos referimos en la Nota anterior.
El uchikomi, tal lo mencionado, es también la rutina básica para la asimilación y el perfeccionamiento de las técnicas básicas en el método de AGEMIZU. Sin embargo, el enfoque dado al uchikomi en este método tiene algunas particularidades interesantes.
Una de las particularidades es la diferenciación en 3 modalidades de práctica, según el nivel alcanzado por el atleta en el dominio de la técnica, diferenciando el uchikomi en “básico”, “medio” y “superior” (aunque no utiliza exactamente esta nomenclatura; literalmente sería algo como “acostumbramiento”, “refinamiento” y “fortalecimiento”).
La diferencia básica entre los niveles es el grado de resistencia del uke, por lo que, a medida que se avanza en el nivel, se le exige al uke una participación cada vez más activa, de modo tal que el uke practique las formas de defensa. Por ello, indica que el uchikomi debe ser realizado con la debida concentración (y no con ligereza, como parte de la entrada en calor), teniendo siempre presente que se está tratando de mejorar tanto la ejecución de la técnica, como de su defensa.
Tal es así que AGEMIZU asigna la misma importancia a la aplicación de la técnica como a su defensa, reconociendo al uchikomi como la rutina básica para la ejercitación de ambos aspectos. En la Universidad TOKAI, el uchikomi se realiza seleccionando las técnicas entre las que componen el BIG 6, entrecruzándolos con la Teoría de las 6 Secciones. Se trata que cada atleta domine la mayor cantidad de técnicas entre las 6 del BIG 6, no solamente en su forma básica, sino también en la mayor cantidad de secciones, teniendo en cuenta que cuanto menor sea la cantidad de técnicas que domine (tokui waza), le está facilitando el rival el planteo del combate con un enfoque más limitado.
La modalidad del “uchikomi básico” está dirigido para principiantes o para quienes están tratando de incorporar una técnica nueva para su “repertorio”, por lo que se presta mayor atención en los movimientos del tori para realizar correctamente el kuzushi y el tsukuri, prácticamente sin la resistencia del uke (del orden del 30%).
En el “uchikomi medio”, se realiza el uchikomi hasta el kake con la mayor precisión posible en los movimientos y con una resistencia del orden del 60% por parte del uke con ambos tipos de agarre (ai yottsu y kenka yottsu).
Por último, el “uchikomi superior”, se realiza en una forma más cercana a la de un combate real con la resistencia máxima del uke ante la ejecución de la técnica con toda la fuerza por parte del tori, con el fin de perfeccionar la técnica de forma tal que pueda ser utilizada en combate, practicando su timing, la forma de aplicar la fuerza, el kuzushi y el tsukuri. La clave del éxito de esta modalidad de uchikomi se encuentra en el hecho de que tanto tori como uke no hagan ningún tipo de concesiones (aflojando la fuerza o la resistencia), a pesar de que se trate de una práctica muy intensa que implica una gran carga para ambas partes.
La modalidad de práctica que se realiza como una extensión del “uchikomi superior” es el de la práctica de ataque (y defensa) continua por 20 a 30 segundos.
Método de Situaciones.
Lo que AGEMIZU denomina “Método de Situaciones” es la parte sustancial de su último libro, por lo que ocupa algo más de la mitad del libro con 3 capítulos del total de 5, dedicados respectivamente a situaciones de kumite, de transición a newaza y de tachiwaza.
Ante todo, reconoce que son infinitas las situaciones que enfrenta un atleta durante el día de competencia y que éstas cambian constantemente, como consecuencia, entre otras cosas, de la evolución de sus rivales y los cambios en el reglamento de la competencia. Fue para hacer frente a esta infinidad de situaciones, que propuso la “Teoría de las 6 Secciones” y “el Método de Situaciones”, aunque admite que su éxito depende de la “capacidad de análisis” y la “capacidad de imaginación” de cada atleta.
Lo que se pretende con este método es el de formar atletas que estén capacitados para enfrentar exitosamente la mayor cantidad de situaciones, avanzando desde un Judo simple a un Judo cada vez más complejo, de modo de complicar o impedir a los rivales en plantear una estrategia de combate.
El propio AGEMIZU reconoce que su “Método de Situaciones” introducido en el entrenamiento de la Universidad TOKAI es el resultante de la adaptación al Judo del Método de Entrenamiento denominado “Periodización Táctica” desarrollado para el fútbol por el profesor portugués Vítor FRADE hace más de 30 años y adoptados por entrenadores internacionalmente famosos como Pep GUARDIOLA y José MOURINHO. Según este método, “los ejercicios deben simular momentos de la competición donde esa simulación tienen que traducir ejercicios que, en su propia esencia, no descontextualicen aquello que es o va a ser la realidad competitiva”.
Situaciones de Kumite.
En general, cuando se habla del tipo de rivales más desfavorables, la mayor dificultad a superar es en el kumite, donde el rival incomoda a uno, no permitiendo imponer su kumite y en consecuencia, ejecutar bien una técnica de ataque. Dado que el autor considera (como muchos maestros) que un 70 a 80% del éxito en un combate depende del éxito en imponer el kumite, hay un capítulo entero (el Capítulo 3) dedicado a situaciones más frecuentes de kumite (15) con agarres simétricos y asimétricos y sus respectivas formas para superarlas.
Nos recuerda que la base técnica es importante, pero no suficiente para superar las situaciones más diversas y que, para ello, resulta fundamental avanzar en las aplicaciones, siendo el Método de las Situaciones la vía para avanzar hacia las distintas formas de aplicación de la base.
También, en la práctica situacional del kumite resultan muy importantes las capacidades de imaginación y de análisis del atleta quien debe aprender y acostumbrarse a “recortar” o extractar las distintas escenas de los combates, con el fin de poder simular o imaginar las situaciones que lo desfavorecen y practicar las formas de superarlas. Para encontrar las formas de superar las situaciones desfavorables, se requiere de la capacidad de imaginación del atleta. Tal como se indicó más arriba, esta capacidad de imaginación no resulta suficiente para encontrar las formas de superar las situaciones desfavorables, sino que también es necesario hacer uso de la capacidad de análisis para estudiar las razones por las cuales el kumite de algunas secciones resultan favorables y de otras secciones resultan desfavorables y para, finalmente, buscar las formas de superar las dificultades.
Situaciones de Transición a Newaza.
Como en cualquier deporte de contacto, los combates de Judo no tienen un orden establecido que respondan a una regla, sino que tienen un desarrollo caótico o desordenado. Dentro del estado de caos o desorden que significa un combate de Judo, especialmente si uno se encuentra en una situación de desventaja, por ejemplo, encontrarse perdiendo, faltando poco tiempo de combate, es muy probable que, ante la desesperación, uno pierda la claridad mental y no pueda pensar con frialdad alguna táctica para salir de la situación e incluso, puede llegar a ser vencido antes de la finalización del combate.
Para poder salir airosamente de este tipo de situaciones, resulta importante contar con varios patrones de respuesta que lo conecten a la ejecución del tokui waza ante distintas situaciones, así, uno puede encontrar un patrón que se ajuste a la situación para su puesta en práctica. Debido a que un patrón es un orden establecido que sigue una regla, dentro del caos que significa un combate, el hecho de contar con una batería de patrones, hace que uno pueda encarar el combate con mayor tranquilidad y confianza, haciendo que los patrones actúen como una dosis de tranquilizante. Dicho en otras palabras, si se logra crear un espacio propio de orden dentro del caos que significa un combate, se puede elevar la probabilidad de poder ejecutar exitosamente una técnica. Lógicamente, resulta conveniente contar con la mayor cantidad de patrones de respuesta para este espacio con el fin de poder responder ante las más variadas situaciones, convirtiendo lo imprevisible en previsible.
Esto es válido también en el kumite que puede ser determinante en el resultado del combate. Así pues, resulta muy conveniente contar con varios patrones de respuesta (un amplio repertorio) para las situaciones de kumite para poder responder frente a los más diversos tipos de rivales y situaciones, en forma flexible y sin perder la claridad mental.
La práctica de las situaciones de transición a newaza es de gran importancia ya que la práctica básica de newaza resulta insuficiente para la aplicación en combate, ya que los combates no comienzan en posición de newaza, sino que siempre se inicia en posición de tachiwaza y normalmente, se pasa a newaza después que uno de los contendientes haya aplicado una técnica de nagewaza, no logrando obtener un ippon.
En la Universidad de TOKAI, se practica la transición a newaza, recortando o extractando distintas situaciones que se dan en combate. Aquí también, las situaciones son muy variadas. Aún, tomando sólo los casos en que no se haya podido obtener un ippon con una técnica de nagewaza, las transiciones varían según la técnica ejecutada, el tipo de agarre (ai yottsu o kenka yottsu) y la posición en que ha quedado cada uno. Así es que se practica simulando las más diversas situaciones e incluso, varias opciones para cada situación, por ejemplo, avanzando hacia un osaekomi waza o un kansetsu waza.
En el Capítulo 4, se presentan 13 situaciones de transición, con técnicas básicas de transición y sus respectivas aplicaciones (ashi nuki, waki sukui, mune awase), con el uke tanto en posición boca arriba, como en posición de banco y técnicas de transición tras distintas técnicas de nagewaza (sasae tsurikomi ashi, harai goshi, seoinage, ogoshi y uchimata aplicado por el tori y tomoe nage aplicado por el uke) y tipos de agarre.
Situaciones de Tachiwaza.
En el Capítulo 5 correspondiente a las situaciones de tachiwaza, se presentan distintas escenas para 3 situaciones, “atacando enuna esquina del área de combate”, “combatiendo con ventaja” y “combatiendo en desventaja con poco tiempo restante”, teniendo en cuenta que, en combate, es necesario cambiar la forma de plantear el mismo, según la situación.
Para la práctica de las distintas escenas, especialmente cuando se simulan las situaciones en que se está en ventaja o desventaja, asigna mucha importancia en simular también el estado de ánimo en que se encuentra cada uno, de modo que se pueda entrenar la capacidad de percibir el estado psicológico del rival y actuar en consecuencia.
De esta forma, pudiendo percibir el estado psicológico del rival, por ejemplo, si se encuentra tranquilo o desesperado o qué está esperando o a qué está apuntando, uno podrá ir preparando una situación favorable para anularlo o superarlo. Esta capacidad de percepción del estado psicológico del rival, también debe ser entrenado para que pueda ser aplicado efectivamente en un combate.
Se presentan un total de 9 escenas, uno correspondiente a la situación “atacando con el rival en una esquina del área de combate”, otra “en ventaja” y 7 para la situación “en desventaja”.
Cuando uno arrincona al rival en una esquina del área de combate, éste tratará de evitar salir del área girando o desplazándose hacia el centro. Quien está atacando, lo primero que debería intentar es una técnica hacia atrás como kouchi gari, para aplicar después su tokui waza hacia adelante, aprovechando la reacción del rival. Otra opción sería, esperar que gire hacia uno de los lados para aplicar sasae tsurikomi ashi o deashi barai.
Cuando uno está en ventaja, independientemente del tiempo restante de combate, es importante poner atención, por un lado, en mantener la ventaja evitando ser derribado y por otro, en la respuesta del árbitro, para evitar ser penalizado por falta de ataque.
Por ello, aunque haya decidido mantener la ventaja, se debe mostrar ante el árbitro una actitud positiva, para evitar ser penalizado. Aquí, se debe practicar las formas de resistir el ataque del oponente, manteniendo una postura segura que, al mismo tiempo, no sea visto por el árbitro como una actitud negativa o defensiva.
Por otro lado, cuando alguien está en desventaja y a medida que avanza el tiempo, tiende a desesperarse y atacar en forma desordenada. Para evitar este estado, se debe practicar simulando esta situación fijando, por ejemplo, en 30 segundo el tiempo restante. Si bien, faltando poco tiempo, uno está obligado a “quemar las naves”, pero, también ante estas situaciones, uno debe contar con un repertorio de patrones de respuesta para poder salir airoso de la situación desfavorable. A propósito, se presentan varias alternativas de “ataques por sorpresa” que terminan en la ejecución de técnicas como sumi otoshi, kata guruma, ippon seoinage, ouchi gari, kouchi makikomi y obitori gaeshi.
De esta forma, nos hemos referido al “Método de Situaciones” del Sensei Kenichiro AGEMIZU, con mayor hincapié en su aspecto conceptual que práctico, de modo tal que la mejor comprensión del concepto permita a quien se interese aplicarlo desde lo conceptual, sin atarse demasiado a las situaciones específicas que presenta el libro, ya que, como afirma el autor, éstas son cambiantes e infinitas y se debe desarrollar la “capacidad de análisis” y la “capacidad de imaginación” de cada instructor y atleta.
Judo: Método de la victoria.
El libro anterior “Judo: Base y Táctica”.
Kenichiro AGEMIZU.
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