“KAPPO” (活法), técnicas tradicionales de reanimación algo olvidadas.
Hace unas semanas, presenté en mi muro de Facebook el contenido de 2 libros de Ju Jutsu de fines del Siglo 19 dedicados exclusivamente al Kappo o técnicas de reanimación. Lo que me ha llamado poderosamente la atención fue el interés que había despertado, provocando una reacción mucho mayor que otras publicaciones similares, incluyendo muchos comentarios de amigos y seguidores. Leyendo estos comentarios, observé cierta “nostalgia” en algunos y curiosidad o asombro en otros, según la edad, lo cual me obligó a revisar un poco la situación actual de la enseñanza del Kappo. Esto me permitió comprobar que la enseñanza de estas técnicas había pasado a un segundo plano, dejando de ser materia obligatoria en cualquier curso para instructor como lo era hace algunas décadas, no solamente en nuestro medio, sino también en Japón, por varios motivos.
Publicaciones de Ju Jutsu sobre “Kappo” de 1892 y 1894.
Las técnicas de Kappo provenientes de las escuelas de Ju Jutsu fueron adoptados por el KODOKAN Judo y se mantuvieron prácticamente sin modificación alguna hasta estos días y formaban parte de un capítulo especialmente dedicado en cualquier texto de Judo como sucedía en los textos de Ju Jutsu. Además, especialmente en los textos de Ju Jutsu, el capítulo correspondiente a Kappo ocupaba la parte final de los mismos antecedido por el capítulo dedicado a los Atemi Waza, ya que estas técnicas eran consideradas como caras de una misma moneda.
Los Atemi Waza correspondían a las técnicas de “Sappo” (método para matar) que se contraponían a las de “Kappo” (método para reanimar o resucitar) y en general, estaban presentados en forma muy breve, como “técnicas secretas” trasmitidas por los maestros a sus discípulos más avanzados.
De la misma forma se presentaba el Kappo en el libro “KODOKAN JUDO”, texto oficial del KODOKAN, que en su versión traducida al español indicaba lo siguiente:
KAPPO
“Durante la práctica normal y en torneos de competición, el judoka a veces sufre una estrangulación, pierde el conocimiento o deja de respirar. El motivo puede ser debido a asfixia por congestión, anemia, compresión del riego cerebral, una oxidación deficiente de la sangre, causado todo esto por presión sobre la arteria carótida, sobre la tráquea o sobre el nervio vago. Si aplicamos el kappo (técnicas de resucitación) con rapidez, no habrá causa de preocupación.
El kappo se desarrolló como parte del Ju Jutsu en el Siglo XIII, junto con el sappo, que es el arte de atacar los puntos vitales del cuerpo. Ambas se consideran como artes secretas. La instrucción se daba oralmente y se prohibía a los estudiantes que pasasen este conocimiento sin el permiso de los maestros. Se han desarrollado numerosos métodos de kappo, incluídos “Tanden Katsu (método de la parte abdominal baja), (Jinzo Katsu” (método del riñón), “Dekishi o Suishi Katsu” (tratamiento para ahogados) e “Ishi Katsu” (tratamiento manual). Las cuatro técnicas a las que más se recurre son las que indicamos a continuación: Sasoi Katsu, Eri Katsu, So Katsu y Kogan Katsu.
Antes de aplicar cualquier técnica de resucitación, es importante el asegurarse de que nada obstruya el paso del aire a los pulmones, como por ejemplo comida, agua, la misma lengua o cualquier otro objeto. La comida o algunos objetos pueden ser extraídos con los dedos de la mano. Si fuese necesario, pida que alguien le ayude a sujetarle la lengua con una goma elástica a su barbilla. Si tiene una pinza de seguridad, le puede sujetarla lengua a su propio judogui.
En caso de un posible ahogado,…..”
Sin embargo, tal como se mencionó más arriba, estas técnicas dejaron de ser “materia obligatoria” en muchos ámbitos de la enseñanza del Judo, por varios motivos entre los que se pueden citar la baja necesidad de recurrir a las mismas, la necesidad de prevenir y/o tratar lesiones mucho más serias como la conmoción cerebral o la lesión cervical y algunos problemas de índole legal que podría implicar su práctica.
Asimismo, la aplicación de un shime waza hasta la pérdida del conocimiento que tenía cierto carácter de “castigo físico” y era una práctica común en algunos ámbitos, ha sido desterrada por completo desde hace un tiempo.
Tal como nos hemos referido en varias notas, una de las prioridades del Judo Japonés es la seguridad en la práctica (y la competencia), teniendo especialmente en cuenta la alta ocurrencia de accidentes graves, incluyendo algunos fatales, particularmente en las últimas décadas. Por ello, la Federación Japonesa de Judo (AJJF) ha presentado el Manual de Seguridad en el 2006 que tuvo varias actualizaciones, la última de ella en mayo de este año (2020). En este manual, hay solo una muy breve referencia a la pérdida de conocimiento por shime waza o estrangulamiento, por lo que el Kappo está apenas mencionado y sólo hay una referencia en el cuidado que se debe tener con la aplicación de shime waza en las personas mayores, indicando que un shime waza puede ocasionar un accidente cerebrovascular entre quienes padecen aterosclerosis, algo frecuente entre los mismos. También en dicho manual, la conmoción cerebral y las lesiones cervicales ocupan el mayor espacio entre las lesiones.
Por otra parte, la Resucitación Cardiopulmonar (RCP) tiene su espacio para evitar la muerte ante un paro cardíaco.
Manual de Seguridad (2020 y 2015)
Es así que, salvo en los cursos dictados en el KODOKAN, en general, el Kappo no está siendo enseñado en los dojos japoneses. Por su parte, en los cursos que realiza la AJJF dirigidos al personal médico que participa en los campeonatos que organiza, hay una breve referencia al Kappo, junto al mecanismo de la pérdida de conocimiento en los shime waza. De acuerdo a la presentación utilizada en el curso realizado en el 2017, del total de 67 filminas, son 2 las dedicadas a estos temas y una tercera, en referencia a la aterosclerosis. Lo que llama la atención en esta presentación es el hecho que está ilustrado con imágenes tomadas de los antiguos libros de Ju Jutsu.
Material del Curso para Personal Médico de Competencias (2017)
Según esta presentación dirigida al Personal Médico, se refiere a los shime waza de la siguiente forma:
Entre las técnicas de estrangulaciones del Judo, existen aquellos que se deben a un carácter reflejo (síndrome del seno carotídeo: reflejo vagovagal) y aquellos que se deben a la interrupción de la circulación sanguínea por presión a arterias y venas que interrumpen la circulación sanguínea dentro del cerebro.
Donde se separa la arteria carótida en carótida externa que se dirige hacia la superficie de la cabeza y la cara y carótida interna que se dirige hacia el interior del cerebro, se encuentra el seno carotideo que actúa como sensor de la presión sanguínea. Al presionar esta zona, por reflejo, se estimula el nervio parasimpático (nervio vago) y se produce una disminución de la presión arterial y del número de pulsaciones.
Asimismo, al estrangular toda la zona del cuello y presionar venas y arterias, puede producirse un desmayo o pérdida del conocimiento, al reducirse la circulación sanguínea dentro del cerebro. Además, puede reducirse la circulación cerebral al producirse una estasis por la disminución de la sangre que regresa al corazón por las venas. En estos casos, se corre el riesgo de que se produzca un infarto cerebral.
Si bien gran parte de los shime waza o estrangulaciones producen algunos de estos efectos descriptos que, normalmente, la recuperación es rápida y espontánea, sin que sea necesario aplicar alguna técnica de reanimación, falta en la descripción anterior alguna referencia sobre la asfixia producida por la compresión de las vías respiratorias (laringe / tráquea). Para obstruir la vía aérea, se requiere una presión mucho mayor que para ocluir la arteria carótida o la vena yugular y, además, se debe mantener un tiempo más prolongado de 1 a 2 minutos para producir la pérdida de conocimiento, frente a los 6 a 10 segundos que requiere el estrangulamiento sanguíneo. La asfixia, además de la posibilidad de producir alguna lesión anatómica por la mayor fuerza de compresión que requiere, puede llevar a la interrupción total de la circulación cerebral que puede provocar un daño cerebral irreversible o hasta conducir a la muerte, sin una adecuada asistencia. En el caso que la estrangulación haya sido muy profunda y no se pueda lograr una reanimación inmediata, se debe revisar si respira y tiene pulsaciones y en caso contrario, se debe proceder de inmediato con las maniobras de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) y llamar a la asistencia médica.
En el documento del curso mencionado, la referencia al Kappo se limita a su definición y clasificación de las distintas técnicas.
Una investigación sobre la pérdida de conocimiento temporal que produce un shime waza por falta de oxigenación del área de la corteza cerebral por interrupción de la circulación arterial, identifica los siguientes 2 grupos de reacciones fisiológicas, (1) grupo de reacciones iniciales y (2) grupo de reacciones finales.
(1) Grupo de reacciones iniciales
Se tratan de reacciones que se deben al mecanismo de regulación neural que aparecen a los pocos segundos de iniciada la presión en el cuello que consisten en síntomas tales como la disminución del ritmo cardíaco y el aumento de la presión arterial.
(2) Grupo de reacciones finales
Se tratan de reacciones que se deben al mecanismo de regulación humoral que aparecen alrededor de 1 minuto después de iniciada la presión que consisten en síntomas tales como la detención de la descarga eléctrica de los músculos, la dilatación de pupilas, la desaparición del parpadeo y la incontinencia urinaria.
Debido a que las técnicas de Kappo provienen de las escuelas Ju Jutsu, han existido tantas variantes casi como escuelas que existieron. Las técnicas adoptadas por el Judo provienen principalmente de la escuela Tenshin Shinyo-ryu, una de las estudiadas por Jigoro KANO.
Las técnicas de Kappo utilizadas ante las pérdidas de conocimiento por shime waza son los denominadas “Kokyu Katsu” (katsu respiratorio), siendo las comunes las siguientes:
Sasoi Katsu Eri Katsu So katsu Ura Katsu
Entre las otras técnicas, se pueden citar el “Hogan Katsu” ante golpes en los testículos, “Sui Katsu” (para expulsión del agua) y “Jinko Kokyu Jutsu” (respiración artificial) ante casos de ahogamiento en el agua.
Hogan Katsu, Sui Katsu y Jinko Kokyu Jutsu.
Tal como se mencionó más arriba, la mayoría de las técnicas de shime waza son del tipo sanguíneo o reflejo (nervioso) que tienen un efecto más rápido y se resuelven con menor fuerza, frente a los otros pocos del tipo respiratorio que requieren más tiempo y fuerza para que surtan efecto y normalmente, se resuelven por el dolor que produce.
De todos modos, resulta muy importante que los shime waza se resuelvan con la aplicación de poca fuerza. Especialmente, en los sanguíneos y reflejos resulta muy importante aplicar la presión con precisión en el lugar justo denominado “Triángulo Carotídeo”, apoyando el canto de la muñeca, de modo que el efecto de la presión sea mayor al concentrarse en una superficie menor. Finalmente, la muñeca debe mantenerse móvil de modo que se su canto haga contacto pleno acompañando el contorno del cuello y su rotación pueda ejecutar el cierre final de la estrangulación.
En el caso del sankaku jime en el que trabajan las piernas, si bien éstas carecen de la precisión de los brazos y las manos y se demora más tiempo para que la presión surta efecto, se ven largamente compensadas por la gran fuerza que ejercen, dificultando la defensa con los brazos.
Triángulo Carotídeo
Aunque la pérdida de conocimiento por aplicación de un shime waza se produzca en forma muy esporádica y que su recuperación en la gran mayoría de los casos sea rápida y espontánea, sin la necesidad de aplicar alguna maniobra de Kappo, personalmente, considero importante que todo instructor tenga los conocimientos básicos del mecanismo delos shime waza y de las técnicas de Kappo, para prevenir cualquier tipo de fatalidad durante la práctica en el dojo.
Herramienta de reconocimiento de Conmoción Cerebral incluida en los manuales
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