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Autor Juan Carlos Yamamoto (6dan)

El Dojo de Judo como Comunidad.

En una Nota anterior donde tratamos sobre las actividades que viene realizando la ONG Judo 3.0 con el fin de difundir los beneficios de la práctica del Judo entre los niños que padecen lo que denominan en Japón “Trastornos del Desarrollo” que afecta a una proporción importante de los niños en edad escolar, nos hemos referido que el mecanismo básico del desarrollo de los niños, se divide en 3 niveles; el Nivel 1 correspondiente al Sistema Nervioso (sistema nervioso central y sistema nervioso periférico), el Nivel 2 correspondiente al cuerpo y el Nivel 3 a la socialización.


También, nos hemos referido que, si bien se venía considerando a los Trastornos del Desarrollo como una deficiencia en el desarrollo del sistema nervioso central correspondiente al Nivel 1, en los últimos años, los problemas de hiperestesia, en particular de la torpeza física correspondiente al Nivel 2 viene concentrando la atención de los investigadores que han confirmado la gran efectividad de la actividad física en el desarrollo del sistema nervioso central de los niños, independientemente de que padezcan o no de Trastornos del Desarrollo. Así, al conocer los efectos de la actividad física en el desarrollo del sistema nervioso central, los instructores Judo podrán ir conociendo qué tipo de actividad física se podría ir incorporando en el trabajo con los niños con Trastornos del Desarrollo.




La deficiencia del sistema nervioso central que se manifiesta principalmente en forma de torpeza física (dispraxia) o de hiperestesia (sensación exagerada de los estímulos táctiles) hacen que se reduzcan las oportunidades de interacción con otras personas, o bien, que las cosas que puede aprender a través de la interacción con otras personas resulten sesgadas.

En otras palabras, un niño, aunque padezca algún Trastorno del Desarrollo, si tiene la oportunidad de relacionarse con aquellas personas apropiadas para sus características de desarrollo, el niño puede aprender y desarrollarse a través de esa interacción. Entender esto último resulta fundamental para todo lo que sigue.


Los clubes deportivos y los Dojos de Judo son comunidades donde los instructores cumplen el rol de gestores de dichas comunidades y, en consecuencia, los instructores, a través de sus comunidades, son quienes pueden suministrar a los niños con Trastornos del Desarrollo estas oportunidades para interactuar con otros niños. Para el desarrollo del niño resulta indispensable la interacción con otras personas a través del movimiento del cuerpo. Sin embargo, los niños de la actualidad, en comparación con los niños de hace varias décadas, tienen cada vez menos lugares al aire libre donde pueden jugar con otros niños. Antes, los niños tenían muchos lugares donde jugar, sin necesidad de ir a un club, pero los niños actuales, especialmente en las grandes ciudades, tienen cada vez menos lugares y oportunidades para jugar con otros niños. Por ello, en la actualidad, los adultos y en especial, los instructores deportivos son quienes deben proveer este ámbito para que los niños puedan interactuar jugando con otros niños.

Para ello, resulta muy importante comprender el mecanismo a través del cual los niños se desarrollan dentro de una “comunidad”, debido a que para que un niño se desarrolle en forma apropiada dentro de una comunidad, el instructor debe no solamente tener en cuenta la interacción instructor – alumno, sino también la interacción entre los alumnos entre sí, o sea, la interacción entre el niño y la comunidad. Si no se tiene en cuenta este aspecto en la enseñanza del Judo y se orienta la enseñanza exclusivamente a la competencia, hará que muchos niños que no puedan responder a las exigencias de la competencia abandonen la práctica.

Por ello, resulta muy importante tener en cuenta algunos modelos de aprendizaje para diseñar el aprendizaje del niño en la interacción con la comunidad. El Modelo de Aprendizaje sugerido en los cursos de la ONG Judo 3.0 para reemplazar al modelo actual es el denominado “Aprendizaje Situado” (Participación periférica legítima) propuesto por los autores Jean LAVE (antropóloga social inglesa) y Etienne WENGER (profesional de la educación suizo) cuyo principio básico es muy sencillo y fácil de entender. Según este modelo, todo miembro nuevo de una comunidad, sea ésta una empresa o un club, al principio, es inmaduro tanto técnica como mentalmente y a medida que va acumulando experiencia, no solamente mejora sus habilidades, sino también, crece mentalmente y va incrementando sus funciones dentro de la comunidad.


De la Periferia al Centro de la Comunidad.


Así, un miembro de la comunidad que ocupaba al principio una posición periférica, va pasando paulatinamente a una posición central dentro de la comunidad, siendo el instructor quien debe orientar a cada alumno para que pueda ir acercándose al centro, teniendo en cuenta las características de la comunidad y de cada alumno, promoviendo su crecimiento.

Cabe recordar que el concepto de “aprendizaje situado” hace referencia al contexto sociocultural como elemento clave para la adquisición de habilidades y competencias, buscando la solución de los retos diarios siempre con una visión colectiva.


Por otra parte, en la famosa “Pirámide de Necesidades” del psicólogo americano Abraham MASLOW, nombrado en más de una oportunidad en Notas anteriores, la 3ra. Necesidad se refiere a la “Necesidad de Afiliación” (pertenencia).

Si, por ejemplo, una comunidad que podría ser un Dojo de Judo logra satisfacer esta 3ra. Necesidad en un niño, nace en éste la 4ta. Necesidad, la “Necesidad de Reconocimiento”.

Aquí entonces nace en los niños la voluntad de contribuir a la comunidad, o sea, trabajar para los demás y se dice que, al lograr cierta satisfacción de esta necesidad, pasa a la 5ta. Necesidad que tiene que ver con la “Autorrealización”.


Pirámide de las Necesidades de MASLOW.



En general, el instructor de Judo, como todo instructor deportivo, tiende a alentar en sus alumnos la vocación de trabajar para los demás, pero para ello resulta fundamental que se haya satisfecho plenamente la 3ra. Necesidad, o sea, que tenga su lugar de pertenencia y que sea demandado por sus compañeros.

Por consiguiente, el instructor de Judo debe impulsar la participación de los niños con Trastornos del Desarrollo en la comunidad que gestiona y así, promover el crecimiento de estos niños, satisfaciendo la 3ra. Necesidad.

Una de las claves del éxito en esta instancia es que el instructor le dirija la palabra individualmente a cada niño alentándolo, de modo tal que los niños perciban que en esa comunidad se ocupan y se preocupan por ellos y también, necesitan de ellos, afianzando así su sentido de pertenencia a la comunidad.

De esta forma, dentro de las distintas comunidades en las que participa un niño con algún Trastorno del Desarrollo, hará de la comunidad del Dojo de Judo su “campamento base”. Las comunidades ligadas con el deporte, por sus características de poder realizar actividades físicas que nutren al cerebro, tienen mayores ventajas para que se convierta en el “campamento base”.

Esto ocurre en todas las personas, incluyendo los adultos, ya que cuando uno tiene algún problema en los estudios, en el trabajo, en la familia o en las relaciones sociales (sus otras comunidades al que pertenece), no hay nada mejor que la práctica de un deporte con sus compañeros para “desenchufarse” (comunidad deportiva) y así, poder volver al día siguiente a cada una de las comunidades con un ánimo distinto.


Si un instructor de Judo como de cualquier otro deporte gestiona su comunidad teniendo en cuenta estos puntos de vista, podrá ir viendo de qué manera podrá ir “agregando valor” a su comunidad, ampliando su horizonte.

De esta manera, nos hemos referido sobre 3 aspectos para promover el crecimiento de los alumnos a través de la interacción entre los alumnos y la comunidad. Si bien esta interacción es necesaria para cualquier alumno, padezca o no de algún Trastorno del Desarrollo, pero, tenemos que tener en cuenta que los niños con alguno de estos trastornos, tienen de entrada, una dificultad para ingresar a las comunidades existentes. Los deportes son disciplinas que tienen características que facilitan la creación de comunidades (Por algo, existen más clubes de fútbol que clubes de matemática o literatura). Por consiguiente, resulta importante que los instructores deportivos comprendan las posibilidades que tienen las comunidades que gestionan y expandan su horizonte.


Si bien se trata de un tema que trataremos en una próxima Nota, el método sugerido en los cursos organizados por la ONG Judo 3.0 para la enseñanza del Judo a los niños con Trastornos del Desarrollo es el denominado “Análisis Conductual Aplicado” (ABA: Applied Behavior Analysis), teniendo en cuenta que cada niño tiene una característica particular y no existe un método de asistencia que se adapte para todos los niños. Se trata de un método efectivo para cambiar la conducta de los niños, incrementando aquellas conductas deseables y reduciendo aquellas indeseables y ampliamente utilizado en la Educación Especial.





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