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Juan Carlos Yamamoto (6to DAN)

Sumio YAMAGATA


Retrato en birome hecho por Ignacio Astigarraga

Agradecimiento al Sensei Sumio YAMAGATA.

El jueves 22 de marzo hemos despedido con una práctica muy emotiva y concurrida en nuestro Dojo del Centro, Okinawense en la Argentina (JUDO COA) al Sensei Sumio YAMAGATA (7mo Dan Kodokan) quien tras concluir su misión de 2 años como Voluntario Senior de la Agencia Internacional de Cooperación del Japón (JICA) enviado a la Federación Metropolitana de Judo (FMJ), partió a su país el domingo 24.

Algunos Dojos afiliados a la FMJ hemos tenido el gran privilegio de recibir periódicamente al Sensei Yamagata quien, en cada una de sus visitas, nos transmitió, con humildad y generosidad, su gran conocimiento y experiencia en la enseñanza del JUDO y especialmente, su gran pasión por el Judo.

Tras la última práctica en COA

Tras la última práctica en COA, con la katana obsequiada.

Cabe recordar que el Sensei Yamagata nació en la Prefectura de Yamaguchi, al sur de Japón, el 20 de Julio de 1949 y trabajó durante 42 años en la Policía de su prefectura natal donde también fue competidor y luego profesor de Judo. Tras su retiro y antes de su llegada a la Argentina, había estado en El Salvador, también como Voluntario Senior de JICA.

Actualmente, ostenta el grado de 7mo Dan de Kodokan que obtuvo hace ya 15 años (por lo que estaría en condiciones de rendir el examen para 8vo Dan).

Además, es 2do Dan de KARATE (Kyokushinkai) y 1er Dan de IAIDO.

Para estos 2 años, la FMJ fijó como base de sus actividades el Dojo del Club Italiano y al mismo tiempo, organizó visitas a los distintos Dojos afiliados que lo requerían como nuestros Dojos del COA y el AJA, el Club Banco Nación, el Instituto Kumazawa, GEBA, Colegio Manuel Belgrano, lndios de Moreno y muchos otros.

Así, practicó los 6 días de la semana, incluyendo algunos días con más de un turno y una práctica (matinal y vespertino). También, participó activamente de los entrenamientos y clases de Katas y Defensa Personal organizados por la FMJ y realizó visitas a otras provincias como Misiones y Santa Fe.

Afortunadamente, durante estos 2 años, hemos tenido la oportunidad de contar con su presencia en las prácticas principalmente en el Dojo del Centro Okinawense en la Argentina (COA) y, en menor medida, en el de la Asociación Japonesa en la Argentina (AJA) y poder beneficiarme de sus enseñanzas y mantener enriquecedoras charlas que me permitieron conocer aspectos desconocidos del Judo Japonés.

Esto ocurrió con más frecuencia desde que dejé de ser funcionario de JICA (institución al que reportaba el Sensei) a fines de marzo de 2018, ya que, al quedar liberado de mis funciones anteriores, por un lado, dispuse de más tiempo para dedicarme al Judo tanto en la enseñanza como en su estudio y por otro, pude relacionarme con el Sensei en forma mucho más estrecha, sin atadura institucional alguna.

Pequeños Grandes cambios.

Desde su llegada, coincidimos en el desafío de cambiar y mejorar el Judo nuestro, aunque sea en muy pequeña medida, incorporando aspectos característicos del Judo Japonés, tanto en lo técnico como en lo actitudinal.

Su consiga desde el inicio para la práctica en nuestros Dojos fue el de “Randori al 70%” lo que significa realizar randori, basado más en la técnica (con una correcta secuencia de kuzushi→tsukuri→kake para la aplicación de los nagewaza), con menor tensión en los brazos (relajando los músculos del brazo) y buena postura que permita trabajar la distancia con cadera y piernas.

Esta forma de practicar randori que caracteriza al Judo Japonés, es la que permite realizar una gran cantidad de randori (en algunas universidades llegan a realizar más de 20 randori continuados de 4 minutos cada uno) y así, mejorar la técnica.

Si se quiere caracterizar al Judo Japonés frente al Judo Europeo, utilizando un “vocabulario futbolero”, se podría decir que el japonés es un Judo más técnico, mientras que el europeo, es un Judo más físico.

El Judo Japonés busca el Judo Técnico porque considera que, físicamente, son superados por los judokas occidentales (aunque Yamagata tenía una visión algo crítica frente a la tendencia actual del entrenamiento en el Judo Japonés que busca igualar físicamente frente a los europeos, dejando algo de lado la técnica).

Para complementar y reforzar estos conceptos ligados al “estilo del Judo Japonés”, tuvimos la fortuna de lograr, el envío de judokas japoneses por parte de JICA como voluntarios jóvenes sobre la base de un Convenio con la Universidad CHUKYO. Este convenio permitió la visita del Sensei Keisuke MIYAKE, director técnico del equipo de Judo de la mencionada universidad con un grupo de alumnos en 2 oportunidades durante la estadía del Sensei Yamagata (febrero/marzo de 2018 y 2019) y que se repetirá en el 2020.

Al respecto, el Sensei Miyake resaltó durante ambas estadías como características del Judo Japonés, entre otros aspectos, la búsqueda del agarre constante con ambas manos (como forma de contrarrestar la fuerza de los judokas occidentales) y el agarre sin extremar la fuerza de cierre del puño (grip) para mantener relajados los brazos y especialmente las muñecas, de modo que el trabajo de las mismas mejore la efectividad del kuzushi.

Acerca del kumikata, otros aspectos enfatizados por el Sensei Miyake fueron:

1) los agarres deben realizarse solamente con los 3 dedos del lado del meñique con el fin de no tensar los hombros cerrando con fuerza el pulgar y el índice,

2) el agarre del tsurite (solapa) debe estar ubicado a la altura de la clavícula del compañero, de modo que se pueda transmitir mejor a fuerza del brazo y que el trabajo de la muñeca resulte más efectivo, evitando el agarre de la espalda o la solapa a la altura de la nuca,

3) el agarre del hikite (manga) debe ser firme sin dejar espacio entre el antebrazo y el judogui, enganchando los dedos en la costura de la manga,

4) ambos agarres deben estar con la base del puño (el lado del dedo meñique hacia abajo y en el tsurite, apoyado sobre la clavícula del compañero) y cargando el peso en la base del puño, de modo que el compañero sienta la presión del peso y

5) realizar el uchikomi con ambos compañeros tomados con las dos manos, evitando que el uke suelte alguna de las manos (especialmente la del hikite) y que el tori siempre mantenga el agarre en el lugar correcto. Además, el agarre con los brazos relajados permite que los dedos del agarre del tsurite en contacto con el cuerpo del rival actúen como sensores y capten los movimientos del mismo antes que la vista.

Otra consigna que agregamos con el Sensei Yamagata en los últimos tiempos para imponer en nuestros Dojos fue el de “avanzar siempre (y no retroceder jamás)”, o sea, concretar un estilo de Judo que avance siempre con el tronco erguido como una forma de presionar al rival, acortando la distancia o achicando los espacios que nos separa para obligarlo a retroceder y así, poder ejecutar las técnicas con el rival en retroceso que es la situación de mayor vulnerabilidad y también, para defenderse de los ataques bloqueando (cortando) con cadera y codo o haciendo sukashi (hacer pasar de largo).

Avanzar presionando al rival (lo que no significa empujar), permite al mismo tiempo mejorar la postura, ya que, en avance, se tiende a levantar la vista y enderezar el tronco, mientras que, en retroceso, se tiende a mirar el piso y doblar la cintura.

El Sensei Yamagata nos insistió, también, en la necesidad de mejorar la calidad y la cantidad de uchikomi, principalmente desde la posición fija y concentrándose en pocas técnicas (tokui waza), lo que caracteriza al Judo Japonés.

Algunas de las observaciones acerca del uchikomi fueron además de

1) tomar con ambas manos tanto el tori como uke,

2) poner especial atención en el kuzushi (y en el trabajo de las muñecas) y tsukuri y la distancia para poder hacerlo,

3) volver rápido a la posición inicial, ya que en el uchikomi es importante tanto entrar como volver rápido,

4) no mirar nunca el piso para conservar la buena postura,

5) concentrarse en el giro de la cadera y la flexión / extensión de las piernas y

6) el uke debe ser activo y colaborador, acompañando y corrigiendo los movimientos del uke.

En lo actitudinal, el Sensei Yamagata siempre me observó sobre nuestro déficit en la aplicación del JITA KYOEI en todos los aspectos de nuestras vidas, desde lo más cotidiano como en la política del Judo hasta en la política del país, como algo muy representativo de nuestra sociedad donde casi nadie piensa en el otro o en el bien común.

Si bien este cambio parecería ser mucho más difícil generarlo, aún en un entorno muy limitado que pueden ser el de nuestros Dojos, siento como una obligación ineludible intentarlo.

Debo reconocer que el Sensei Yamagata ha sido muy generoso con nosotros, ya que, además de la participación periódica en nuestras prácticas, preparó a nuestros alumnos más avanzados en la ejecución de varios Katas, con vistas a los exámenes de graduación y a un torneo de Katas.

Otra actividad realizada fue la enseñanza del Itsutsu no Kata y de las formas básicas de IAIDO a un grupo de alumnos, fuera del horario habitual de las prácticas. Otro gesto de generosidad fue habernos legado (al Dojo de COA) su Katana de IAIDO que cuidaremos como un verdadero tesoro.

Sin embargo, a pesar de haberlo contado con bastante asiduidad durante el mes de enero último en el Dojo del AJA, aprovechando el receso en varios de los Dojos y haber aprovechado para realizar un “repaso general”, nos quedó como deuda absorber algo más de sus profundos conocimientos en newaza, del que nos dio muestras de la excelente técnica, con un excelente manejo de su peso y de los puntos de apoyo.

Newaza.

Lamentablemente, nos quedó como una deuda pendiente, la organización de una Exhibición de Katas como una oportunidad de verlo junto a los maestros locales, ejecutando los distintos Katas, ya que una de las pocas oportunidades de verlo realizando una exhibición, fue durante la inauguración de los tatamis donados por el Gobierno de Japón a la FMJ en la que junto al Sensei Eduardo BENEDETTI ejecutaron magistralmente el Koshiki no Kata.

De parte del Sensei Yamagata, me manifestó como una deuda pendiente, su deseo de enseñar Judo en un barrio carenciado.

Cabe resaltar también que, gracias a sus gestiones, se logró la donación de 50 judoguis usados por parte del KODOKAN que fueron distribuidos principalmente entre los Dojos que frecuentó durante su estadía.

De esta manera, se interrumpe, por el momento, el ciclo de acercamiento al Judo Japonés iniciado con la visita del Sensei Masatoshi Kikuchi, como el primer Voluntario Senior enviado por JICA, cuya estadía se extendió durante 9 meses del año 2014, continuados por la visita de 2 semanas del Sensei Shozo Fujii, invitado por la FMJ, en agosto de 2015, la llegada del Sensei Yamagata en marzo de 2017 y las visitas del Sensei Miyake y sus alumnos realizados en febrero / marzo de 2018 y 2019.

Nos resta esperar la tercera y última visita programada del Sensei Miyake para el 2020 y desear fervientemente que se pueda encontrar pronto el sucesor del Sensei Yamagata como Voluntario de JICA.

Quisiera terminar esta nota expresando mi más profundo agradecimiento al Sensei Yamagata, tanto por sus enseñanzas y su ejemplo, como por la confianza que me dispensó y desearle lo mejor en su regreso a su tierra natal.

MUCHAS GRACIAS !!

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