Neurociencias en el Deporte (Parte I)
Hace unas semanas, en mi ámbito laboral, tuve la oportunidad de acompañar a un entrenador japonés de un deporte profesional de equipo que vino a la Argentina para conocer cómo entrenan aquí los equipos de primera línea, ya que aquí la disciplina se encuentra algo más desarrollada. Fue así que tuve la oportunidad de participar en una charla introductoria realizada por un entrenador argentino sobre “Entrenamiento basado en la Neurociencia” acerca del cual prácticamente no tenía conocimiento, salvo algunos rudimentos sobre Psicología Deportiva. Por su parte, el entrenador japonés tenía muchos menos conocimientos sobre el tema que yo, ya que no tenía formación en educación física, sino que había llegado a su puesto por haber sido un jugador de primera línea por más de 10 años en un equipo empresario, tras haber sido un deportista destacado en los campeonatos universitarios (aunque haya tomado algún curso para obtener la licencia de entrenador). Además, la Psicología Deportiva es un campo poco desarrollado y aplicado en Japón y mucho menos la neurociencia que aborda el tema desde el sistema nervioso donde el cerebro es uno de los componentes principales.
El entrenador argentino quien destacó en su charla, la importancia de que los entrenadores cuenten con conocimientos básicos sobre neurociencia tanto para que el entrenamiento físico, técnico y táctico de los atletas tengan más eficacia, como para poder trabajar sobre las emociones del atleta de modo que alcance su mejor performance, tuvo la amabilidad de recomendarme la lectura del libro “En Cambio” del biólogo molecular argentino Estanislao BACHRACH. Esto me impulsó a indagar algo más sobre el autor y su especialidad, empezando por comprarme el libro recomendado y descubrir que en mi modesta biblioteca tenía el libro “ÁgilMente” del mismo autor, uno de sus best-sellers que, cuando lo compré, no lo había hecho pensando en la aplicación en el deporte.
Fue así que, al mismo tiempo, encontré en el Canal de YouTube de “Asuntos Públicos” de Uruguay la conferencia “Neurociencia aplicada al Deporte” dictada por el mencionado BACHRACH, organizada por la Secretaría de Deportes de la Presidencia de la República Oriental del Uruguay en agosto de 2015. Se trata de una conferencia de algo más de 2 horas de duración del que también se puede encontrar dividido en 12 capítulos que alguien se ocupó (amablemente) de dividirlo según los temas tratados y subirlos en YouTube.
Conferencia completa:
También, descubrí que, en YouTube, hay una gran cantidad de conferencias y charlas dictadas por BACHRACH sobre su especialidad que, si bien no estén enfocados en su aplicación directa al deporte, son de gran interés y de aplicación indirecta al deporte como a los más variados campos. Asimismo, descubrí (una vez que compré “En Cambio”) que sus libros se encontraban disponibles para ser descargados sin cargo en archivo PDF, lo que me impulsó a descargar también “En el Limbo”, además de los 2 mencionados.
En la parte inicial del video mencionado, BACHRACH cuenta que su primer contacto con el deporte se produjo, en junio de 2012 (hace justamente 10 años), cuando fue convocado por Matías ALMEYDA, el entonces Director Técnico del equipo de fútbol de River Plate que se encontraba en las instancias finales para lograr el ascenso a Primera tras haber descendido en el 2011 al Nacional B. De allí en más, viene trabajando también en deporte, tanto por equipo como jockey y rugby, como individuales como el tenis.
BACHRACH, doctor en biología, tras haber sido investigador en biología molecular nada menos que en la Universidad de Harvard y una crisis existencial agudizada en el 2005 mediante, decidió realizar un gran cambio en su vida, regresando a la Argentina para convertirse en un autor de best-seller con su primer libro “ÁgilMente” (publicado en 2012 y que se mantuvo en el listado de best-sellers por más de 70 semanas) y en uno de los disertantes y divulgadores científicos más exitosos.
Si bien las selecciones y los equipos o atletas de elite tienen la posibilidad de contar con la asistencia de un psicólogo deportivo o un especialista en neurociencias, incluyendo al propio BACHRACH, los instructores de Judo que trabajamos en la base de la pirámide y, lógicamente, no contamos con el apoyo de un equipo de especialistas necesitamos nutrirnos de conocimientos básicos y actualizados no sólo de preparación física, sino también de preparación mental, además de los conocimientos propios de la disciplina. Personalmente, considero que esto es muy importante para los instructores que nos toca llevar a niños, adolescentes y adultos principiantes a las primeras competencias para que las mismas no resulten una experiencia traumática que los termine alejando de la práctica.
Antes de compartir algunos tópicos de la citada conferencia que invito a verlo y, teniendo en cuenta que BACHRACH hace una clara diferenciación entre cerebro y mente, quisiera hacer alguna referencia acerca de lo que Jigoro KANO (1860 -1938) señalaba al crear el Judo hace 140 años como un “Sistema de Educación” (física, intelectual y moral) que fortalece el “Cuerpo y la Mente”, a través de la práctica de sus técnicas.
A propósito, uno de los primeros libros sobre Judo “Judo Taii” (Teoría del Judo) de Sumitomo ARIMA publicado en 1905 con prólogo y textos de Jigoro KANO incluye algunas observaciones y reflexiones interesantes. Por ejemplo, además de diferenciar “cerebro” y “mente”, realiza una reflexión sobre el estado mental “Muga-mushin” (no yo - no mente) equiparándolo a lo que sería el concepto contrario de “atención plena” donde utiliza el término en inglés “presence of mind” (presencia de la mente) cuya definición (traducida) en el Diccionario Cambridge es la siguiente: “capacidad de tomar buenas decisiones y actuar con rapidez y calma en una situación difícil o una emergencia”, además de la mención sobre la automatización de los movimientos que facilita la práctica del Judo. Asimismo, como beneficios de la práctica del Judo en la educación intelectual menciona efectos positivos en la memoria, la atención, la observación, la deducción, el uso del lenguaje y la imaginación, entre otros aspectos.
BACHRACH, al inicio de la mencionada conferencia “Neurociencia aplicada al Deporte” se refiere sobre la existencia de 3 cerebros desde el punto de vista evolutivo, el “Reptiliano” la parte más antigua e instintiva del cerebro que tiene más de 500 millones de años, el “Límbico” de más de 200 millones de años que actúa sobre los deseos y las emociones y el “Neocortex” que tiene 100 mil años que trabaja sobre la razón y ocupa el 85% del peso total. Continúa con la diferenciación de cerebro y mente, afirmando que el cerebro es la materia (las neuronas) que se puede tocar, mientras que la mente (“más difícil de describir”) es el pensamiento y las emociones que se encuentran en el cerebro. Sobre la interrelación entre cerebro y mente, afirma que cada emoción que uno siente son neuronas que se encienden y que la forma de pensar cambia el cerebro (altera las neuronas).
Al respecto, el Sitio “Rugby.com.ar” reproduce parte de una conferencia dictada por BACHRACH para la Unión Argentina de Rugby (UAR): “El cerebro son las neuronas que uno puede entrenar como si fuese un músculo y que están conectadas entre sí. Mientras más conexiones, el cerebro funciona mejor. La mente es más difícil de describir, pero para hacerlo fácil es lo que uno piensa y uno siente. Ambas cosas, cerebro y mente, están conectadas. La ciencia, gracias a la tecnología, demuestra que cada acción que ejecuta un deportista se da porque el cerebro y la mente le pasan una orden al cuerpo y mi trabajo pasa por entender cuáles son las áreas del cerebro involucradas en ese gesto técnico y en entender la táctica. Si yo las conozco y se cuáles son las herramientas para fortalecerlas estoy haciendo entrenamiento de destrezas mentales”.
BACHRACH habla de “Performance” como el resultado de la ecuación (resta) entre todo el potencial que tiene uno, menos las interferencias. En el caso particular de los deportistas, el potencial es la suma de las habilidades técnicas, físicas, médicas, tácticas y mentales y, como las interferencias son también físicas, médicas, tácticas y mentales, para mejorar la performance, se debe trabajar para subir el potencial y/o bajar las interferencias. En el modelo del “iceberg” que presenta BACHRACH, los pensamientos y las emociones que éstos generan (la parte que no se ve) determinan los comportamientos (la parte visible que se encuentra fuera del agua) que impactan directamente en la performance (resultado). Sin embargo, en general, cuando se quiere mejorar el resultado o la performance, se pone foco en los comportamientos, o sea, en la parte visible, en lugar de la base que son los pensamientos y las emociones que determinan esos comportamientos. Es por ello que un equipo o un atleta individual suele contar con un entrenador que trabaje sobre lo técnico y lo táctico, un preparador físico que trabaje en lo físico y un médico que trabaje en lo médico, pero excepcionalmente cuenta con un especialista como un psicólogo que trabaje sobre sus pensamientos y emociones.
Para trabajar en los pensamientos y emociones, tanto para elevar el potencial como bajar las interferencias derivadas de la mente, en la conferencia dictada para la UAR, BACHRACH habla sobre las 8 destrezas mentales fundamentales para los deportistas que se encuentran resumidas en la nota publicada en el mencionado Sitio “Rugby.com.ar”:
1. Confianza: la autoconfianza es necesaria en un deportista de elite. Tener confianza en uno mismo depende mucho de la educación cuando uno es chico, pero es mejorable.
2. Motivación: es la que menos problemas encontré en el deporte de elite. Puede faltar o disminuir por cuestiones externas y hay que trabajarla.
3. Activación cognitiva: entender con tu cabeza lo que le pasa a tu cuerpo. Por ejemplo, un dolor de panza. Hay que aprender a reconocer esas cosas porque sacan los nervios y ayudan a entender las emociones.
4. Self-talk (auto diálogo): ¿en qué estás pensando? la calidad de ese pensamiento va a impactar en la tensión de tus hombros y eso va a impactar en el gesto técnico. El jugador empieza a aprender a cambiar los pensamientos que lo ponen inseguro por algunos más racionales o positivos.
5. Concentración y atención: en los deportes individuales es clave. Implica mejorar las conexiones de los circuitos de la atención y aquí no hay dudas que la meditación es la herramienta más potente. Las meditaciones son de distintos tipos y siempre son tranquilas, pero no tienen por qué ser aburridas. Lo que más me interesa es que cuando me desconcentro, que es normal, la meditación me permite volver más rápido a estar atento.
6. Visualización: Tiene mucha ciencia detrás. Hay distintas fórmulas sobre cuándo y cómo hacerlo. Es peligroso hacerlo mal, por ejemplo, visualizar un gesto técnico mal hecho.
7. Gestión de las emociones: el miedo, la ansiedad, etc. interfieren en nuestra performance y manejar esas emociones es sencillo y a los jugadores les gusta mucho aprenderlo.
8. Manejo del stress: todo deportista siente stress, es algo bueno porque permite focalizar y genera adrenalina, pero cuando se pasa del umbral, que en cada persona es distinto, es perjudicial. Usar técnicas de relajación es muy útil para esto.
Sería muy importante que los instructores que no contamos con el apoyo de especialistas para conocer y mejorar lo que sucede en la mente de nuestros alumnos, tengamos nociones básicas de estas destrezas mentales, de modo de poder detectar especialmente la carencia o la debilidad de los mismos en cada alumno, de modo de poder trabajar en ellos especialmente en las carencias y así, mejorar la performance.
Tal como nos dice BACHRACH, “el cerebro también se puede entrenar” y “todas las habilidades se pueden mejorar”, tanto las habilidades técnicas, físicas, médicas y tácticas como las mentales y psicológicas y para ello, “hace falta crear un PROGRAMA ESPECÍFICO que apunte a mejorar las funciones del Sistema Nervioso. Y, en la Conferencia “Neurociencia aplicada al Deporte”, nos explica en forma muy amena cómo funcionan las distintas partes el cerebro hasta que el cuerpo ejecute un movimiento y la forma de potenciar las neuronas generando un mayor circuito neuronal en las áreas responsables del movimiento, empezando por el Córtex Prefrontal encargada de pensar y tomar las decisiones.
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