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Manejo de muñeca y codo.

Manejo de muñeca y codo en el kumite o agarre


En el Judo, como en muchos deportes, algunos pequeños detalles pueden llegar a marcar grandes diferencias. Entre esos pequeños detalles, se encuentra el buen manejo de la muñeca especialmente en el kumite o agarre y, en particular, del tsuri-te o mano que agarra la solapa del oponente.

Debido a que se trata de un pequeño detalle técnico, no hay muchos libros que hagan referencia sobre el tema, su tratamiento en los libros “Judo: Base y Táctica” (柔道: 基本と戦術) y “Judo: Método de la Victoria – estilo de la Universidad TOKAI -” (柔道: 勝利のメソッド) por parte de su autor, Kenichiro AGEMIZU, director técnico del poderoso equipo masculino de la Universidad TOKAI, resulta de gran interés.

En ambos libros, el manejo de la muñeca y el codo en el agarre del tsuri-te está presentado como un componente de su “Teoría de las 6 Secciones” al que ya nos hemos referido en varias de nuestras notas.


En el libro “Judo: Base y Táctica”, AGEMIZU hace referencia sobre “la importancia de la muñeca del tsuri-te” donde explica acerca de las 4 posiciones de la muñeca del tsuri-te y su sincronización con los movimientos del codo. Así, indica que existen 4 formas básicas de utilizar el tsuri-te una vez fijado el hiki-te, controlando el tsuri-te del oponente (en el caso de agarre ai-yottsu o simétrico). La forma básica es con (1) la “muñeca vertical” con el dedo pulgar del puño que agarra la solapa del oponente a la altura de su clavícula hacia arriba, (2) la “muñeca horizontal” con el dorso de la mano del puño hacia arriba (el meñique hacia afuera) que se utiliza principalmente para atraer al oponente o ampliar la distancia en agarre kenka-yottsu, (3) la “muñeca invertida” girando el puño del agarre de modo que el dedo meñique quede hacia arriba que se utiliza principalmente para elevar la posición de agarre de la solapa del oponente y (4) la “muñeca interior” con el dedo pulgar del puño de agarre hacia afuera que se utiliza principalmente para desplazar la posición de agarre del oponente.

El aspecto en común para distinguir el uso de estas 4 formas de uso de la muñeca es el de “parar la muñeca”, tensando la base del puño que normalmente se apoya a la altura de la clavícula del oponente. Por lo tanto, a partir de este estado de la “muñeca parada”, se debería ir utilizando las 4 formas de uso de la muñeca para ir alcanzando la forma más ventajosa de kumite o agarre con el fin de aplicar efectivamente la “Teoría de las 6 secciones” que distingue a los oponentes en 6 tipos, según su perfil y altura.

Asimismo, debido a que los movimientos de la muñeca están sincronizados con los del codo, con los movimientos de la muñeca se activan también los movimientos del codo. De esta forma, con (1) la “muñeca vertical” se produce el “codo vertical”, con (2) la “muñeca horizontal” (o exterior), el “codo horizontal” (o exterior), con (3) la “muñeca invertida”, el “codo invertido” y con (4) la “muñeca interior”, el “codo interior”.

De esta forma, AGEMIZU afirma que la clave de un buen kumite o agarre se encuentra en el buen manejo de la muñeca que, a su vez, tiene su correlato con el movimiento del codo.

Asimismo, en el siguiente libro “Judo: Método de la Victoria – estilo de la Universidad TOKAI -”, AGEMIZU profundiza algo más el tema y hace hincapié a las funciones y las formas de aplicación de estas 4 formas de uso de la muñeca, destacando que su buen manejo es importante no sólo para la ejecución de las técnicas, sino también para prevalecer en el paso previo que es la disputa por el agarre.

(1) Muñeca vertical – Codo vertical

Se trata de la forma básica del kumite o agarre. Se “para” la muñeca (con el dedo pulgar hacia arriba), colocando el puño en sentido vertical a la altura de la clavícula, flexionando también verticalmente el codo. Al agarrar la solapa del oponente, se debe alcanzar este modo de agarre en forma absolutamente natural.



(2) Muñeca horizontal (exterior) – Codo horizontal (exterior)

Se trata del estado en que tanto la muñeca como el codo están orientados hacia afuera, rotando hacia afuera la muñeca del agarre de la solapa del oponente (con el dedo meñique del puño hacia afuera), conjuntamente con el codo. Se utiliza cuando se quiere ampliar la distancia con el oponente en agarre kenka-yottsu o asimétrico, o bien cuando se quiere atraer al oponente teniéndolo agarrado de la parte superior de la solapa.



(3) Muñeca invertida – Codo invertido

Se trata del estado en que el codo se encuentra orientado hacia arriba, rotando hacia afuera la muñeca y el codo, de modo que el dedo meñique del puño del agarre quede orientado hacia arriba al igual que el codo. Se utiliza principalmente cuando se quiere elevar la posición de agarre de la solapa del oponente o se quiere abrir el codo del oponente que se encuentra por encima del codo propio, en agarre kenka-yottsu.



(4) Muñeca interior – Codo interior

Se trata del estado en que tanto la muñeca como el codo se encuentran orientados hacia adentro, al rotar hacia adentro la muñeca del agarre de la solapa del oponente junto a su codo. Se utiliza principalmente para evitar que el oponente introduzca su codo en agarre kenka-yottsu, o bien, cuando se quiere desplazar el agarre del hiki-te del oponente, en agarre ai-yottsu.



Si bien cada posición o forma de uso de la muñeca cumple una función específica principal, pero ello no significa que sean formas independientes, sino que deben ser utilizadas en forma combinada de acuerdo al tipo de oponente, su postura y la situación en el combate, además de utilizarlo en forma individual. Un ejemplo muy frecuente es la combinación o encadenamiento de “muñeca interior” → “muñeca horizontal” (o exterior) → “muñeca interior”, de modo que en la primera “muñeca interior” se obligue al oponente dirigir su vista al lado interno, en “muñeca horizontal” se desplace o se rompa el agarre del hiki-te del oponente y en la última posición de “muñeca interior”, armar el kumite más favorable para iniciar el ataque con una determinada técnica. Asimismo, para que los cambios en la posición de la muñeca (y del codo) pueda realizarse en forma rápida y efectiva, resulta muy importante que se encuentren lo suficientemente relajados, no solamente la muñeca y el codo, sino también el hombro correspondiente, ya que una tensión extra en cualquiera de las articulaciones producirá un retardo en el movimiento.

Cuando el kumite se torna desventajoso, resulta necesario corregir la posición del tsuri-te, utilizando los trabajos descriptos de muñeca y codo. Para ello, se debe fijar el agarre del hiki-te para utilizarlo como punto de apoyo, de modo de ir corrigiendo, de a poco, la posición del agarre del tsuri-te, reiterando los distintos movimientos de muñeca y codo, hasta lograr una posición de agarre ventajosa.

Asimismo, para que el manejo de la muñeca junto al codo del tsuri-te sea realmente efectivo, resulta fundamental el trabajo con el hiki-te, ya que si no se tiene un buen control con el hiki-te, se torna difícil armar un kumite o agarre ventajoso, moviendo la muñeca del tsuri-te. Por lo tanto, en agarre ai-yottsu, lo ideal es iniciar el agarre con el hiki-te, para controlar el tsuri-te del oponente y, en lo posible, fijar el agarre de su manga cerca de la propia cadera, mientras que, en agarre kenka-yottsu lo ideal es iniciar el agarre con el tsuri-te que se encuentra del mismo lado para ambos contendientes, de modo prevalecer en el agarre del mismo y luego, agarrar de la manga por fuera del mismo.


Otro maestro que le dedica un espacio sobre el trabajo de la muñeca en uno de sus libros es el cuádruple campeón mundial Shozo FUJII, en el que pone particular énfasis en la diferenciación del uso de la muñeca en ataque y en defensa. Según, FUJII, en ataque, el puño del agarre del tsuri-te debe estar vertical (con el dedo pulgar del lado de arriba) con el lado de la palma dirigido hacia uno mismo, dejando un espacio de alrededor de un puño entre la solapa agarrada y el cuerpo del oponente, de modo tal que éste no pueda captar con anticipación nuestros movimientos de ataque. En defensa, por el contrario, el puño del agarre debe estar apoyado sobre el pecho del oponente, haciendo contacto con el lado de la palma, de modo de captar con anticipación la intención de ataque del oponente. En este caso también, muñeca, codo y hombro deben estar lo suficientemente relajados, de tal forma que el puño del agarre apoyado en el pecho del oponente funcione como un sensor de sus movimientos y así, poder anticiparlos.

También, FUJII se refiere a la importancia de los movimientos de apertura y cierre de la axila o del alejamiento o acercamiento del codo respecto del cuerpo, tanto para provocar el kuzushi como para girar con velocidad, sin perder la estabilidad.

Un aspecto en que concuerdan gran parte de los autores japoneses es en la rotación de la muñeca del hiki-te, elevando el codo al mismo tiempo, al realizar el kuzushi hacia adelante tirando de la manga del oponente (el clásico movimiento de “mirar el reloj”), junto a la rotación de la muñeca del tsuri-te, especialmente en las técnicas que se ejecutan abriendo el pecho del oponente como en el uchimata o harai-goshi. Cabe recordar que una de las claves para lograr la libertad de movimientos de las muñecas es el agarre del judogi del oponente con los 3 dedos, meñique, anular y medio, dejando relajados los dedos índice y pulgar lo que permite también tener relajados los hombros y los codos. Los especialistas en el manejo de las muñecas logran desequilibrar o amagar un ataque con un simple movimiento de sus muñecas, sin llegar a realizar movimientos con las piernas o la cadera. De esta forma, logran aprovechar la reacción del oponente con mucho mayor anticipación. Para continuar con el ataque.

Asimismo, el trabajo de la muñeca o su simple relajamiento resultan fundamentales para mejorar la efectividad de los shime-waza, ya que la muñeca relajada permite un contacto pleno con el cuello del oponente y el agregado de un movimiento de rotación, mejora el cierre de la estrangulación.

De esta forma, hemos recordado la importancia del trabajo de la muñeca tanto en nage-waza especialmente en el kumite y el kuzushi, como en katame-waza especialmente en shime-waza. Para mejorar la eficacia del trabajo de las muñecas, resulta fundamental, ante todo, trabajar en la movilidad de las mismas. Termino la Nota evocando un mensaje del Sensei Keisuke MIYAKE en una de sus visitas, “si quieren disfrutar más de la práctica del Judo, traten de aprender a utilizar las muñecas, relajando los brazos”.




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