De qué hablamos cuando hablamos de “Judo Tradicional Japonés”
Tanto en Japón como en otros países, se suele hablar de “Judo Tradicional Japonés” con distintas interpretaciones, según cómo entiendan el término “tradicional” que mucho confunden con lo antiguo o algo que tiende a desaparecer. Al mismo tiempo, algunos pueden entender lo tradicional en el aspecto estrictamente técnico-competitivo y otros desde el punto de vista más conceptual o filosófico.
No hay dudas que el Judo ha venido evolucionando a lo largo del tiempo desde su creación por Jigoro KANO (1860 -1938) en el año 1882 y especialmente, desde su internacionalización definitiva a partir de la creación de la Federación Internacional de Judo (IJF) en 1951, la celebración del primer campeonato mundial en 1956 y su transformación como disciplina olímpica a partir de los JJOO de Tokyo 1964 y se ha desarrollado como deporte, reforzando su sesgo netamente competitivo, en detrimento de su carácter como Budo o Arte Marcial Japonés, estrechamente ligado con la cultura y las tradiciones del Japón.
Cabe recordar que el sesgo competitivo había sido originalmente impulsado por el propio Jigoro KANO para imponerse sobre las otras escuelas de Ju-Jutsu, cosa que logró ampliamente, alcanzando la hegemonía entre las mismas. Tal es así que, cuando KANO advirtió que el Judo estaba tomando un sesgo competitivo más allá de lo que había deseado, ya se había iniciado un proceso prácticamente irreversible, a pesar de los esfuerzos realizados para revertirlo.
Jigoro Kano y su uki-goshi
De todos modos, actualmente, se observa tanto desde la Federación Internacional de Judo (IJF) como desde el KODOKAN un esfuerzo para resaltar su carácter como Budo o Arte Marcial Japonés, tal como se puede apreciar tanto desde el propio estatuto de la IJF que afirma “Más allá de la competición y del combate, el Judo se caracteriza por una búsqueda de perfección técnica, los katas, el trabajo de autodefensa, la preparación del cuerpo y el desarrollo espiritual”, como desde el reciente mensaje de año nuevo del presidente del KODOKAN, Haruki UEMURA que indica “Para este inicio de año, estamos decididos a volver, una vez más, al punto de partida del KODOKAN JUDO fundado por el Shihan Jigoro KANO, promoviendo con humildad y tenacidad el "Judo como educación" y el "Judo como desarrollo humano", junto con el desarrollo del "Judo como deporte competitivo"”.
Se me ocurre que estas expresiones no se tratan de simples enunciados “políticamente correctos” sino que se tratan de afirmaciones genuinas que responden a una demanda existente en la comunidad del Judo de “volver a las fuentes”.
Estimo que, en las últimas décadas, el Judo Japonés ha recuperado su prestigio tras haber atravesado períodos en que la comunidad del Judo mundial en general y el europeo en particular llegaron a considerar que “ya no había nada por aprender del Judo Japonés” y que el centro del Judo se había mudado a Europa. En dicha época, hasta algunos eminentes maestros japoneses radicados en Europa llegaron a manifestar su desagrado ante lo que ellos consideraban decadencia del Judo Japonés, particularmente moral, habiendo sido objeto de crítica, en su momento, el teñido de su cabello por parte de un miembro de la selección masculina.
Ante el prestigio recuperado, gracias principalmente a los excelentes resultados deportivos de los últimos tiempos, Japón se ha convertido nuevamente en la meca del Judo a donde todos los judokas del mundo quieren ir a experimentar el Judo, como lo enseñaban los antiguos maestros con el carácter de Budo o Arte Marcial Japonés presente.
Cuando se habla de Budo, se debe tener presente que se trata de una cultura particular (única) del Japón gestado a partir de las artes de combate cultivadas por los guerreros samuráis, siendo una de sus características distintivas el “reiho” o formas de expresión de respeto y consideración y el espíritu de respeto y consideración con los demás propiamente dichos, teniendo en cuenta que la forma y como el espíritu son igualmente importantes en la cultura japonesa en general y en el Budo en particular.
Tanto el reiho como el “zaho” o la forma de sentarse en Judo ha tenido cambios desde la época de su creación por Jigoro KANO, hasta la actualidad. La forma original de za-rei era con la yema de los dedos de los pies apoyados sobre el tatami y no desde la posición seiza como en la actualidad, mientras que la forma de ritsu-rei era a partir de la posición de shizen-hon-tai, o sea con los talones separados. También, la forma actual de sentarse en posición seiza desde la posición de parado, atrasando primero el pie izquierdo, como la forma de pararse empezando con el pie derecho fueron adoptadas en la década del 40, invirtiendo el orden de las formas originales.
Za-rei ejecutado a comienzos del Siglo XX
El reglamento de arbitraje de los combates también ha tenido sucesivas revisiones desde su versión original instituida en el año 1900 por el mismo Jigoro KANO, habiendo sido realizadas las primeras revisiones por el propio KANO. Los cambios reglamentarios han ido motivando cambios en las formas de combate y de entrenamiento, haciendo que se transformara en algo muy distinto a lo que era originalmente.
Uno de los cambios reglamentarios más recordados impulsados por el propio KANO fue el realizado en el año 1925 que limitó el “hikikomi” para llevar el combate a newaza con el fin de dar preeminencia al combate en tachi-waza frente al combate en newaza. Cabe recordar que este cambio reglamentario fue desconocido por la Liga de Escuelas Superiores Especializadas o Kosen Judo (Kosen: koto senmon gakko) que continuaron organizando los campeonatos con el viejo reglamento que aún lo siguen aplicando en la actualidad las 7 ex universidades imperiales, dando lugar al Nanatei Judo.
En los primeros campeonatos mundiales como en los JJOO de Tokyo 1964, se aplicó en Reglamento de Arbitraje del KODOKAN hasta que, en el año 1967, la IJF dictó su propio reglamento de arbitraje que fue revisando en reiteradas oportunidades que no siempre fueron adoptadas por el reglamento del KODOKAN por lo que algunas de las competencias que se realizan en Japón se sigue aplicando el reglamento del KODOKAN que difiere en parte con el reglamento internacional vigente.
Uno de los cambios reglamentarios más importantes fue la realizada en el año 1973, con la introducción de las puntuaciones de “koka” y “yuko”, junto a las penalizaciones “shido” y “chui” que permitía ganar un combate con una mínima diferencia conseguida y defendida durante todo el combate, “perjudicando” al estilo del Judo Japonés caracterizado por la búsqueda constante del ippon.
Los cambios reglamentarios más recientes que impulsan un Judo más dinámico con definiciones de los combates por ippon y que terminaron eliminando también el yuko, tras la eliminación del koka, benefician al estilo del Judo Japonés, lo cual puede ser interpretado como un reconocimiento por parte de la comunidad del Judo Mundial al Judo Tradicional Japonés.
Todo cambio revisión reglamentaria puede gustar o no, pero no hay dudas que debe ser respetada y adaptar el entrenamiento a dichos cambios y, eventualmente, trabajar, a través de las vías correspondientes, para retrotraer o modificar los cambios, cuando éstos no cumplen con los objetivos para los cuales fueron introducidos.
Risei Kano (izq.) y Shigeyoshi Matsumae (der.)
Desde que fue fundada en el año 1951, la Federación Internacional de Judo (IJF), tuvo 2 presidentes japoneses, Risei KANO (1900 - 1986), segundo hijo de Jigoro KANO, quien la presidió entre los años 1956 y 1965, siendo también presidente del KODOKAN y de la AJJF y Shigeyoshi MATSUMAE (1901 – 1991), fundador de la Universidad TOKAI, quien fue presidente entre 1979 y 1987. MATSUMAE, siendo presidente de la Federación Universitaria de Judo, a partir del año 1983, se enfrentó al KODOKAN y a la AJJF, llevando también este enfrentamiento al seno de la IJF, debilitando la presencia japonesa dentro de la misma.
Si bien desde que MATSUMAE dejó la presidencia de la IJF en 1987, ningún representante japonés llegó a ocupar dicho cargo, pero, actualmente, Japón es el único país que cuenta con 2 representantes en su Comité Ejecutivo presidido por el austríaco Marius VIZER desde el 2007. Se tratan nada menos que los presidentes de las 2 organizaciones rectoras del Judo en Japón y ex campeones olímpicos y mundiales, Haruki UEMURA, presidente del KODOKAN y Yasuhiro YAMASHITA, presidente de la AJJF. Se me ocurre que, la recuperación del prestigio en lo deportivo por parte del Japón, fue alcanzada en forma paralela con la recuperación desde el punto de vista político y dirigencial.
Uemura (izq.) y Yamashita (der.)
En Japón, la práctica de una disciplina del Budo a elegir principalmente entre Judo, Kendo y Sumo pasó a ser obligatorio, desde el año 2012, como parte de la materia de educación física en los 3 años de la escuela secundaria básica, teniendo en cuenta que, hasta ese momento, la práctica de estas disciplinas del Budo como de cualquier otro deportes se venía realizando únicamente como una actividad optativa y extracurricular que, si bien su modalidad actualmente se encuentra en revisión, aún sigue siendo la modalidad principal. Uno de los principales objetivos de la práctica obligatoria de una disciplina del Budo es el de familiarizar e interesar a los adolescentes a la cultura tradicional del Japón, basada principalmente en el respeto a los demás, a través del aprendizaje de los fundamentos del reiho y de las técnicas básicas del Judo.
Lo que no cabe ninguna duda es el hecho de que el componente competitivo es el pilar fundamental del Judo desde su creación y lo que se cuestiona es que el Judo no sea solamente competitivo y, mucho menos, “competitivo al extremo”, sino que no debe perder de vista su carácter de Budo o Arte Marcial Japonés, con sus componentes de educación y desarrollo humano.
Si hablamos de “Judo Tradicional Japonés” desde el punto de vista técnico-competitivo, en mi humilde opinión, considero que estamos hablando de un Judo basado en la técnica y la búsqueda constante del ippon que equivale no sólo a la eficacia en la ejecución de una técnica, sino también a la perfección o belleza en su ejecución. Y, si hablamos desde un punto de vista conceptual, estaríamos hablando de un Judo como Budo, trascendiendo lo netamente deportivo o competitivo, donde el respeto y la consideración al otro deben ser sus pilares fundamentales, junto al reiho que es su manifestación formal.
Así, cuando hablamos de “Judo Tradicional Japonés”, resulta muy oportuno recordar el mencionado mensaje de UEMURA cuando habla de volver a las fuentes afirmando “estamos decididos a volver, una vez más, al punto de partida del KODOKAN JUDO fundado por el Shihan Jigoro KANO” y, también, cuando destaca la importancia del uchikomi para llegar a dominar los principios fundamentales o “riai” de las técnicas y los 4 métodos de aprendizaje, afirmando lo siguiente:
Para dominar el principio fundamental o “riai” de cada técnica ("waza"), primero comenzamos por comprender la composición de cada técnica y repetirla de manera lenta y precisa. El “uchikomi” es la forma de práctica para repetir con precisión la secuencia de los movimientos que incluye el “kuzushi” del oponente y el “tsukuri” para aplicar cada técnica y, a medida que repitamos esta práctica hasta cierto punto, podremos aprender el principio fundamental o “riai” y aplicar cada técnica de manera más fluida con fuerza y velocidad. Al hacerlo, podemos convertir el mero conocimiento de la composición de cada técnica en la adquisición de habilidades para ejecutar dicha técnica. Luego, seremos capaces de idear posiciones y formas de agarre y posiciones y tiempos para aplicar cada técnica, dependiendo de la fortaleza física, contextura física y experiencia de cada practicante, y practicar para aplicar cada técnica mientras nos movemos hacia adelante, hacia atrás, hacia la derecha y hacia la izquierda para una mejor ejecución de "randori" o combates.
Practicar Judo incluye “kata”, “randori”, “kogi” y “mondo” y cada uno de ellos no existe ni funciona en forma independiente, sino que están interrelacionados entre sí.