Una de las claves del nivel competitivo del Judo Japonés: la frecuencia semanal y la duración de las prácticas en el período preuniversitario.
Para los judokas del mundo, resulta un tema de interés conocer los antecedentes o historial de práctica y entrenamiento con los que llegan los representantes japoneses a los campeonatos internacionales, teniendo en cuenta que el Judo, por sus características de exigencia de capacidades físicas y técnicas de alto nivel, es una de las disciplinas deportivas que requiere muchos años de práctica y una edad temprana de iniciación con cumplimiento de un plan de entrenamiento a largo plazo, para alcanzar el nivel de elite.
En Japón, se suele decir que se requieren, como mínimo (lo que sería un caso más que excepcional), entre 6 y 7 años de práctica para formar un atleta de nivel internacional.
Dado que no existe demasiada información sobre el historial de práctica de los judokas japoneses que llegan al nivel internacional, resulta de sumo interés el resultado de una investigación publicado en abril último (2019) en la Página Web del Kodokan sobre el historial deportivo de los judokas universitarios japoneses (“Investigation into history of university judo players’ exercise”) con detalles de frecuencia semanal de prácticas y duración de las mismas, según cada etapa de edad.
La información que surge de este material es particularmente interesante, si se tiene en cuenta que el Judo Universitario de Japón, es el paso obligado para todo atleta con ambiciones, especialmente ente los varones. Considerando que, en Japón, casi todas las carreras universitarias de grado tienen una duración de 4 años, la mayoría de los estudiantes universitarios tienen una edad entre 18 y 21 años, especialmente en el caso del Judo (sobre todo masculino), son muy pocos los que acceden a la selección mayor siendo estudiante universitario y una absoluta excepción, aquellos que acceden siendo estudiantes secundarios superiores.
Esta investigación cuyo resultado fue publicado fue realizada sobre la base de los datos obtenidos a través de una encuesta realizada a judokas universitarios en oportunidad del Campeonato Nacional Universitario del año del año 2015 a la que respondieron un total 541 atletas (436 varones, 105 mujeres) provenientes de 19 universidades que, a su vez, fueron clasificados en atletas de elite (67 varones y 32 mujeres con experiencia en haber participado en campeonatos a nivel nacional o internacional) y atletas generales (369 varones y 73 varones).
La edad promedio de los grupos estudiados fue de 19,7 años (± 1,2 años) en el caso de los varones y de 19,8 años (± 1,3 años) en el caso de las mujeres, con una altura promedio, respectivamente de 171 cm (± 13,6 cm) y 159,5 cm (± 5,4 cm).
Con respecto a los antecedentes en la práctica de Judo, en el grupo de atletas varones de elite el promedio fue de 13,5 años (± 2,5) y en los atletas generales fue de 11,8 años (± 3,1), mientras que en el grupo de atletas mujeres de elite fue de 13,3 años (± 2,3) y en atletas generales de 11,7 años (± 3,5), observándose en los grupos de atletas de elite, tanto varones como mujeres, una extensión mayor en los años de práctica frente a los atletas generales.
La edad de iniciación en los varones fue de 7,0 años (±2,4) entre los atletas de elite y de 7,8 años (± 3,0) entre los atletas generales y en las mujeres, respectivamente, de 7,0 años (± 2,1) y de 7,3 años (± 3,3). A partir de esta investigación y, en comparación con otro realizado hace más de 30 años, surge que, en general, se ha adelantado la edad de iniciación con un incremento en la proporción de aquellos que inician en edad preescolar (5 años o menos), especialmente entre los varones.
Sin embargo, lo que hace la gran diferencia-del Judo Japonés sería la frecuencia semanal y el tiempo asignado a cada práctica durante el período de la educación secundaria tanto inferior como superior. De acuerdo a los datos que se indican a continuación, en este período de 6 años (entre los 12 y 17 años de edad), se observa la presencia de un grupo que practica los 7 días de la semana durante más de 3 horas diarias (4 horas o más). De esta carga horaria, otra particularidad del Judo Japonés, es la importante proporción que ocupa en ella la práctica libre o randori. Es así que quien ingresa al Judo Universitario de elite lo hace a los 18 años con un significativo historial previo de preparación y competencia.
La frecuencia semanal de práctica según la franja de edad por grupos de atletas es la siguiente:
Por su parte, la duración de la práctica diaria es la siguiente:
En la comparación con el estudio anterior mencionado realizado hace más de 30 años, surge que se ha alargado el tiempo de práctica por día tanto en las etapas de la educación primaria como de los 2 niveles de la secundaria (inferior y superior) y se ha acortado en la universitaria, ya que el estudio anterior indicaba duraciones de 1,8 horas para la edad preescolar y escolar, 2,2 horas para la secundaria inferior, 2,9 horas para la secundaria superior y 2,9 horas para la universitaria.
Desde los cuadros anteriores sobre frecuencia semanal de práctica y duración por práctica, se puede observar que, tanto en la frecuencia como en la duración, las atletas femeninas superan a los masculinos en todas las etapas.
Este estudio incluyó también los antecedentes de práctica de otras disciplinas deportivas para verificar su efecto posterior sobre el rendimiento en el Judo.
En la etapa preescolar, el 20,2% de los atletas de elite de ambos sexos y el 20,4% de los atletas generales han respondido haber practicado algún otro deporte aparte del Judo.
En los primeros años de escuela primaria, estos porcentajes son de 34,3% y de 40,0% y en los años últimos años, son de 33.3% y 37,3%, siendo la natación el deporte más practicado.
En la etapa de la escuela secundaria inferior, estos porcentajes bajan a 6,1% y 11,3% y en las etapas posteriores, no hay quienes hayan practicado otro deporte aparte del Judo.
De acuerdo a las respuestas obtenidas sobre los antecedentes en otros deportes, el estudio concluye que no se observaron importantes efectos positivos de la práctica de otros deportes en el nivel competitivo actual en el Judo y que los judokas universitarios más destacados no tienen antecedentes en otros deportes que hayan influido en su nivel actual.
Asimismo, el estudio concluye que, debido al desarrollo muscular más temprano entre las mujeres frente a los varones, entre los competidores universitarios más destacados entre los varones se encuentran aquellos que destinan más tiempo en el entrenamiento físico durante la universidad, mientras que, entre las mujeres, las más destacadas son aquellas que han destinado más tiempo en el entrenamiento técnico de Judo durante las etapas anteriores (primaria y secundarias).
Una de las razones por las cuales se incrementaron tanto la frecuencia semanal de práctica como de la duración de la práctica en las últimas décadas es el hecho de que el Judo Universitario se ha tornado cada vez más competitivo, cosa que, a su vez, motivó que las universidades líderes adelanten el reclutamiento de figuras, iniciándolo desde la escuela secundaria inferior o superior dependiente de la universidad, mediante el ofrecimiento de becas a las jóvenes promesas.
Esto ha hecho que el Judo Preuniversitario se torne más competitivo y que al Judo Universitario ingresen atletas mucho más preparados que en otras épocas y que su entrenamiento sea mucho más focalizado (especialmente entre los masculinos).
Cabe recordar que, hasta no hace mucho, existieron academias de Judo del tipo internado en los que se practicaba los 7 días de la semana durante prácticamente todo el año (de las que los adolescentes salían solamente para ir a las escuelas secundarias con las que tenían convenio). Uno de los más conocidos fue KODOGAKUSHA (con un régimen “cuasi militar”, según sus detractores) que cerró sus puertas en el año 2015 y del que salieron reconocidas figuras como Toshihiko KOGA (1967) y Hidehiko YOSHIDA (1969) entre los provenientes de las primeras promociones y Masashi EBINUMA (1990) y Shohei OHNO (1992) entre los atletas en actividad provenientes de las últimas promociones.
Entre las mujeres, por su desarrollo muscular más temprano que los varones, se observan más casos de atletas que llegan a la selección mayor siendo estudiantes del nivel superior de la secundaria y que pasan directamente de las escuelas secundarias superiores a los equipos de las empresas, sin pasar por el Judo Universitario.
Sin embargo, se debe reconocer también que este alto nivel de exigencia en el período preuniversitario es uno de los principales motivos que alejaron a los jóvenes y adolescentes del Judo durante las últimas décadas.
De los atletas universitarios que terminan su carrera de grado (a los 21 años), solo un selecto grupo es reclutado por las empresas que sostienen equipos de alto rendimiento cuyos integrantes compiten en el más alto nivel nacional y buscan entrar y mantenerse en la selección nacional para poder competir internacionalmente.
Cabe recordar que el campeón olímpico masculino más joven fue el griego Ilias ILIADIS (1986) quien al ganar la categoría -81 kg en los JJOO de Atenas 2004 tenía 17 años 281 días, mientras que la campeona olímpica femenina más joven fue la coreana KYE Sun-Hi (1979) quien ganó la categoría -48 en Atlanta 1996 con 16 años y 359 días.
Por otra parte, el campeón mundial masculino más joven fue el francés Teddy RINER (1989) quien al ganar la categoría + 100 kg en Río de Janeiro 2012 tenía 18 años y 159 días, mientras que la campeona mundial femenina más joven fue la ucraniana Daria BILODID (2000) quien ganó la categoría -48 Kg en Bakú 2018 con 17 años y 345 días.
Entre los campeones nacionales japoneses libre de peso, el más joven entre los varones fue Satoshi ISHII (1986) quien cuando salió campeón en el 2006, tenía 19 años y 4 meses, y entre las mujeres, fue Noriko ANNO (1976) quien salió campeona en 1993 cuando tenía 16 años y 11 meses.
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