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Fuerza de Agarre en el Judo.


La importancia del entrenamiento de la fuerza y resistencia muscular del agarre en el Judo.

En Judo, al tratarse de un deporte de combate en el que el agarre del judogui del adversario es la condición necesaria para poder ejecutar las técnicas, la fuerza y la resistencia muscular del agarre son muy importantes para poder prevalecer en el kumikata y sostenerlo durante el combate.

Cabe recordar que la fuerza de agarre (hand grip strength) es la fuerza utilizada con la mano para apretar o suspender objetos en el aire.

A pesar de la reconocida importancia del agarre en el Judo, no se había venido prestando demasiada atención en un trabajo focalizado o localizado para mejorar la fuerza y la resistencia muscular del agarre, trabajando en general solamente en los grandes grupos musculares en el entrenamiento de fuerza. Asimismo, la evaluación de la fuerza de agarre de los judokas se vino realizando casi únicamente con foco en la fuerza máxima.

Además, se sabe que la forma de agarre en Judo, se centra en los 3 dedos del lado del dedo meñique y que se caracteriza por el hecho que prevalece la fuerza de agarre isométrica, en comparación con otras disciplinas deportivas. Por ello mismo, existen evidencias científicas de que los judokas alcanzan una gran fuerza muscular de agarre con un trabajo combinado de los músculos flexores con los músculos extensores del antebrazo, aún con solo dos dedos, sin el trabajo del dedo índice,

Existen también evidencias en el sentido de que la importancia de la fuerza de agarre pasiva es prácticamente similar entre el hikite (mano que toma la manga) y el tsurite (mano que agarra la solapa), pero, su índice de mantenimiento o sostenimiento en el tiempo es más elevada en el hikite que en el tsurite. Por otra parte, no existe un método unificado para evaluar dicha tasa de sostenimiento que está relacionada con la resistencia muscular. En la resistencia muscular de agarre, intervienen la resistencia dinámica relacionada con la repetición del agarre y la resistencia pasiva relacionada con el sostenimiento del agarre por un determinado tiempo.

Por ello, resulta difícil realizar un estudio comparativo de las características de las distintas variables que intervienen en la evaluación de la resistencia del agarre, tales como el tiempo de medición, el trabajo medido y la carga. Ello ha hecho que casi todas las investigaciones sobre la evaluación de la resistencia muscular del agarre tengan que ver con la curva de disminución de la fuerza muscular en el tiempo, a partir de la determinación de una carga, a partir de la fuerza muscular máxima de agarre.

Se podría afirmar que aún se encuentra atrasado el desarrollo de un método de entrenamiento de la fuerza y la resistencia muscular localizada del agarre, debido a esta complejidad de las investigaciones sobre la mecánica del agarre en el Judo.

Este déficit en el entrenamiento para mejorar la fuerza y resistencia del agarre ha hecho que muchos luchadores japoneses lleguen a las rondas finales de los campeonatos internacionales casi imposibilitados de realizar un buen agarre, a pesar de contar con suficiente “resto” en las demás funciones.

Uno de los entrenadores que ha puesto especial atención en la importancia del entrenamiento de la fuerza y la resistencia muscular del agarre, especialmente a la luz de los últimos cambios reglamentarios que obligan sostener el ataque, ha sido el Director Técnico de la Selección Femenina Japonesa, Katsuyuki MASUCHI (1970- , 6to Dan) quien introdujo el sistema de entrenamiento del ex gran campeón japonés (por 20 años consecutivos entre 1995 y 2014) y representante olímpico en lanzamiento de martillo, Koji MUROFUSHI, sin descartar tampoco la incorporación de algunos aspectos del entrenamiento de la escalada en bloque o bouldering.

MASUCHI consideró muy importante mejorar la fuerza de agarre y la fuerza de los dedos para poder alcanzar y sostener el agarre del judogui de las rivales físicamente más fuertes con ambas manos y así, poder aplicar las técnicas de tachiwaza y newaza (proyección e inmovilización) con efectividad.

Seguramente, el cuerpo técnico de la selección femenina debe realizar un seguimiento periódico de la fuerza de agarre de sus integrantes, ya que en las informaciones personales que aparecen en la red (Wikipedia) figuran los datos sobre la fuerza de agarre de ambas manos. Algunos de los ejemplos son los siguientes:

  • Sara ASAHINA (+78kg): mano derecha: 51kg; mano izquierda: 48kg

  • Shori HAMADA (-78kg): mano derecha: 59kg; mano izquierda: 64kg

  • Chizuru ARAI (-70kg): mano derecha: 40kg; mano izquierda: 40kg

  • Miku TASHIRO (-63kg): mano derecha: 40kg; mano izquierda: 43kg

  • Uta ABE (-52kg): mano derecha: 48kg; mano izquierda: 46kg

  • Ai SHISHIME (-52kg): mano derecha: 38kg; mano izquierda: 38kg

  • Funa TONAKI (-48kg): mano derecha: 30kg; mano izquierda: 30kg

Curiosamente, no se encuentran datos de los integrantes de la selección masculina.)

Según el estudio anual de fuerza de la población que realiza el Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología de Japón, el promedio de la fuerza de agarre para una mujer entre 20 y 24 años de edad es de 27,97 kg (2016) y de 46,47 kg en los varones, registrándose la mayor fuerza en las mujeres en la franja de edad de 35 a 39 años con 29,21 kg y en la franja de 30 y 34 años entre los varones con 47,64kg (2016).

Uno de los ejercicios más difundidos para mejorar el agarre en judo son las dominadas con ambas manos agarrando las solapas de un judogui colgado en una barra, además podemos citar ejercicios tales como el curl de antebrazos con mancuernas, el ejercicio con el ejercitador de antebrazos, la trepada de soga o el simple ejercicio de mantenerse colgado de una barra o agarrado del judogui (como lo hace Shohei OHNO con los dedos meñique y anular solamente).

Se dice que los antebrazos pueden ser ejercitados todos los días, ya que sus músculos, al igual que los de las pantorrillas, tienen un tiempo de rápido de recuperación.

Según estudios recientes realizados con pruebas de dominadas con agarres de judogui en judokas masculinos y femeninos para planificar el entrenamiento, la cantidad promedio de repeticiones en las atletas femeninas livianas (categorías -48kg y 52kg) fue de 9,0 ± 3,7 repeticiones, mientras que en los atletas masculinos livianos (categorías -60kg y 66kg) fue de 18,2 ± 4,7 repeticiones. En las categorías medianas, el promedio de las atletas femeninas (-57kg, -63kg y -70kg) fue de 4,6 ± 2,3 repeticiones y en los masculinos (-73kg, -81kg y -90kg) fue de 18,7 ± 7,3 repeticiones y en las categorías pesadas, el promedio de las atletas femeninas (-78kg y +78kg) fue de 2,3 ± 1,5 repeticiones y en los masculinos (-100kg y +100kg) de 8,9 ± 5,3 repeticiones.

Algunas de las conclusiones arribadas desde el análisis de los resultados de las pruebas de dominadas con judogui en las atletas femeninas fueron las siguientes:

  1. El promedio general de repeticiones de dominadas con judogui entre las atletas femeninas fue de 5,0 ± 3,0 repeticiones, equivalentes a un 31% de los valores logrados en pruebas anteriores con atletas masculinos.

  2. Entre la cantidad de repeticiones y el peso se observó una correlación negativa significativa, no así con el tenor graso.

  3. La cantidad de repeticiones de las atletas de las categorías livianas fueron significativamente superiores a las de las categorías medianas, del mismo modo que la cantidad de repeticiones de las categorías medianas frente a las categorías pesadas.

  4. Entre la cantidad de repeticiones en las dominadas con judogui y la cantidad de repeticiones en dominadas en barra se observaron una significativa correlación positiva, mientras que se observó una correlación significativamente negativa con la fuerza de agarre.

  5. Entre la cantidad de repeticiones en las dominadas con judogui y la 1RM (una repetición máxima) con Power Clean se observó una correlación significativamente negativa, mientras que se observó una correlación significativamente positiva con la proporción del peso corporal respecto de la 1RM en Press de Banca.

  6. Se observó una tendencia de una mayor cantidad de repeticiones en las atletas diestras frente a las atletas zurdas.

  7. No se observó una correlación entre la cantidad de repeticiones y el rendimiento deportivo de las atletas (resultados en las competencias).

Al mismo tiempo, está comprobado que el tiempo de reacción ante un ataque es más lento cuanto más fuerte es la fuerza de agarre, o sea, cuanto más se acerca al 100% de la fuerza máxima de agarre.

Si bien se estima que ello se debe no solamente a factores fisiológicos, sino también a factores psicológicos, normalmente, se indica que no se debe agarrar el judogui del adversario con excesiva fuerza, de modo de poder reaccionar más rápidamente ante su ataque y al mismo tiempo, evitar el agotamiento.

Por la misma razón, se indica no presionar al adversario mediante el agarre de ambas manos, sino, con uno de los agarres, preferentemente con el del hikite (el que agarra la manga del adversario), de modo que el cuerpo no se comporte como un bloque.

Un agarre firme con los 3 dedos del lado del meñique con mayor presión en uno de los lados, acompañado con un buen trabajo de las muñecas, manteniendo los hombros y los codos relativamente relajados sería la clave para ello.

Es por ello que se considera que se debe entrenar para incrementar la fuerza de agarre, de modo de disponer de un agarre suficientemente poderoso con un 70% de la fuerza máxima y contar también con la capacidad de dosificar la presión del agarre de ambas manos, de acuerdo a la situación del combate, siendo muy importante el trabajo de las muñecas para aflojar la fuerza de agarre para pasar fluidamente de ataque a defensa y viceversa.

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