Continúa la campaña en Japón para erradicar cualquier tipo de acoso, abuso y violencia en el Judo.
Aunque parezca mentira o increíble a esta altura del Siglo XXI, especialmente en el mundo occidental como el nuestro y que, lamentablemente, no habla del todo bien de la sociedad japonesa y sus costumbres en general y del mundo del Judo Japonés en particular, llama la atención el hecho de que la Federación Japonesa de Judo (AJJF) aún continúe la campaña para erradicar del Judo toda manifestación de abuso de poder, acoso moral y sexual y de todo tipo de violencia.
Esto ha sido puesto en evidencia por la reciente (más precisamente el 7 de noviembre pasado) publicación por parte de la AJJF del folleto dirigido a los practicantes y especialmente a instructores y dirigentes del Judo, con el fin de erradicar el abuso de poder. Esto también pone en manifiesto que el problema aún persiste y sigue siendo una preocupación por parte de las autoridades del Judo Japonés. En mayo de 2015, la AJJF había publicado la “Guía para entender la violencia, el castigo físico y el acoso sexual en el Judo” dirigido principalmente a los instructores para crear conciencia sobre el tema.
Si bien se podría afirmar que este tipo de problema prácticamente nunca existió en nuestro medio, o al menos, ya fue superado y no se trata de algo que preocupe actualmente a nuestros dirigentes o interese a los practicantes, a continuación, trataremos de presentar los puntos principales del mencionado folleto para conocer mejor la situación en Japón y reflexionar sobre el tema.
Ante todo, debemos recordar que, en Japón, se habían producido, alrededor del año 2012, una sucesión de hechos y denuncias por actos de violencia que obligaron a las autoridades de la AJJF a tomar distintas medidas para sensibilizar y concientizar principalmente a los instructores de Judo para erradicar cualquier tipo de manifestación de violencia en el Judo.
Algunos de los hechos más serios y relevantes que afectaron seriamente la imagen del Judo ante la sociedad fueron 1) la denuncia y posterior condena a prisión de un reconocido director técnico (ex campeón olímpico) por violación de una atleta menor, 2) la denuncia a un dirigente de una federación regional por acoso sexual a una atleta, 3) la denuncia por abuso de poder a un director técnico de la selección femenina mayor por parte de sus integrantes y 4) la denuncia por violencia física a los entrenadores de una reconocida universidad.
Ante estos hechos que se sucedieron en un lapso relativamente corto de tiempo, la AJJF se vio obligada a reconocer que estos no eran hechos aislados o excepcionales sino la manifestación de la persistencia de algunos malos hábitos arraigados en el Judo que debían ser erradicados.
Habiendo pasado ya un tiempo desde el inicio de la campaña, el hecho de que se siga insistiendo demuestra que aún el problema sigue sin poder ser erradicado por completo.
El contenido del mencionado Folleto comprende desde 1) los objetivos de la elaboración del folleto, 2) la definición del “abuso de poder” y sus distintas manifestaciones en el mundo del Judo, 3) una referencia sobre la necesidad de replantear la relación entre el instructor y los practicantes, 4) una referencia sobre las enseñanzas de Jigoro KANO y 5) las formas o canales para informar o denunciar los casos de abuso hasta 6) los casos de hábitos más comunes que se deberían erradicar.
1- Objetivos de la elaboración del folleto.
El folleto fue elaborado con el fin de hacer frente al problema del abuso de poder en el mundo del Judo, reconociendo como tal todo acto de infligir cualquier maltrato físico o psicológico a otro, aprovechándose de una posición ventajosa en las relaciones personales o laborales asociadas con la autoridad o la jerarquía.
En Japón, no existe una definición jurídica sobre el tema ni una legislación que lo penalice. Sin embargo, en los últimos años, el abuso de poder en el ámbito laboral se ha convertido en un problema social que requiere ser resuelto también en el ámbito deportivo en general y en el Judo, en particular.
Con este folleto que presenta ejemplos de casos de abuso que se dan en el Judo de acuerdo a los tipos de abuso reconocidos por el Ministerio de Salud y Trabajo, se pretende que los distintos actores relacionados con el Judo puedan reflexionar sobre el tema.
2- Definición del “abuso de poder” y sus distintas manifestaciones en el mundo del Judo.
Se podría explicar el abuso de poder en el Judo de la siguiente forma, aplicando la definición de dicho tipo de abuso del Ministerio de Salud y Trabajo:
Se trata de todo acto que implique un maltrato físico o psicológico a quienes actúan en una misma organización (federación, asociación, club de Judo o dojo) aprovechándose de las ventajas que le proporciona la autoridad o jerarquía en el ámbito laboral o las relaciones personales, por encima de un rango apropiado para las respectivas funciones o todo acto que afecte el ambiente laboral.
Asimismo, estas ventajas por la jerarquía o las relaciones personales se pueden producir en las siguientes relaciones:
Las relaciones entre los directivos y los miembros de las federaciones y asociaciones
Las relaciones entre los atletas y los instructores o entrenadores
Las relaciones entre los asesores y los miembros en una actividad deportiva extracurricular de una escuela
Las relaciones entre los miembros más antiguos y más nuevos dentro de un club o dojo
3- Referencia sobre la necesidad de replantear la relación entre el instructor y los practicantes.
Las verdaderas causas que generan actos de abuso de poder y actos de castigo físico, entrenamiento con violencia física o todo tipo de acoso como el acoso sexual se encuentran en una relación enfermiza o inapropiada con los demás.
Si bien entre el instructor o entrenador y el atleta existe una diferencia en su posición, pero, como personas, son pares.
Si bien el instructor tiene autoridad en el cumplimiento de sus funciones, desde el punto de vista de sus habilidades como instructor, conocimientos y experiencia, se le requiere un uso sano y apropiado de dicha autoridad.
El instructor debe ser consciente de su deber de presentar constantemente una actitud de respeto al atleta como un ser autónomo.
4- Las enseñanzas de Jigoro KANO.
El Judo es el camino que enseña a utilizar la fuerza física y mental en la forma más efectiva.
Su entrenamiento, a través de la práctica de las técnicas de ataque y defensa, fortalece el cuerpo y la mente y permite conocer la esencia de la disciplina. El objeto del entrenamiento del Judo es la formación como persona y hacer el bien a la sociedad.
5- Formas o canales para informar o denunciar los casos de abuso.
El folleto ofrece a las víctimas de abusos distintas formas para denunciar actos de abusos de poder o realizar consultas a la AJJF, tales como, un número telefónico, dirección de mail o formulario para ser completado y enviar por correo postal.
También, recomienda contactarse con el encargado del tema de las respectivas federaciones locales.
6- Casos de hábitos más comunes que se deberían erradicar.
1) Violencia física:
Actos que generen violencia o lesiones, incluyendo el acto de proyectar más fuerte de lo necesario y el de seguir ejerciendo presión, a pesar de la señal de “maitta”.
2) Violencia psicológica:
Todo tipo de intimidación, comentario ofensivo, insulto, lenguaje violento y reprimenda excesivamente fuerte, incluyendo palabras y gritos que puedan producir cualquier daño psicológico.
3) Trato discriminatorio en la relación personal:
Actos tales como aislar, discriminar o no dirigirle la palabra, incluyendo actos como ignorarlo dentro del dojo y no prestarle el cuerpo en la práctica.
4) Exigencia exagerada:
Exigir cosas claramente innecesarias o imposibles de realizar, incluyendo actos como obligar a realizar ejercicios o prácticas irracionales e insanas.
5) Exigencia nula:
No exigirle nada u obligar a realizar cosas irracionales de muy baja exigencia, por ejemplo, obligar a hacer un trabajo diferenciado, separado del grupo, sin motivo racional o no permitirle practicar.
6) Invasión a la privacidad:
Inmiscuirse excesivamente en cuestiones privadas o íntimas, incluyendo actos de entrometerse en cuestiones personales preguntando sobre las relaciones familiares o de pareja o sobre el programa del fin de semana o del día feriado.
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