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Juan Carlos Yamamoto sensei

Preparación Física al estilo japonés.


Algunos aspectos de la Planificación de la Preparación Física de la selección japonesa.

En Judo, para elevar la capacidad deportiva de los atletas se requiere básicamente elevar las cualidades técnicas, fortalecer el componente psicológico y mejorar la condición física de los atletas.

El Área de Investigación Científica del Comité de Selección de la Federación Japonesa de Judo (AJJF) se ocupa principalmente de las tareas relacionadas con el entrenamiento físico de los atletas. Una de sus tareas principales que viene realizando anualmente desde mediados de los años 60 (desde la época de los juegos Olímpicos de TOKYO 1964), es la Medición de Fuerza de los integrantes de las distintas selecciones (equipos A y B de las selecciones mayores masculina y femenina, selecciones junior y cadete, masculina y femenina), los participantes a los torneos nacionales de estudiantes secundarios y estudiantes primarios que participan del programa de formación de atletas.

Los datos obtenidos en estas mediciones son compartidos con los propios atletas, sus entrenadores y las instituciones a las que representan y con relación a los integrantes de las selecciones, se realiza un trabajo conjunto con sus entrenadores para utilizar los datos para elaborar el plan de entrenamiento de cada atleta. Y, en cuanto a los datos de los estudiantes primarios, éstos se utilizan principalmente como fuente para la detección y formación de talentos.

Tal lo mencionado, es tarea del Área de Investigación Científica la elaboración y entrega del Plan de Entrenamiento de cada integrante de las selecciones y también, el establecimiento de una red nacional de entrenamiento, de modo que estos atletas puedan realizar su entrenamiento en cualquier lugar del país, además del Centro Nacional de Entrenamiento. Del mismo modo, para aquellos atletas que se encuentren lesionados, se elabora un plan de rehabilitación y entrenamiento que puedan llevar a cabo con sus entrenadores en los lugares de concentración o entrenamiento de distintos puntos del país.

Para este año (2018), como tarea del Área de Investigación Científica también se encuentra prevista la continuación del “Proyecto de Cuantificación de la Intensidad del Trabajo en Judo” que tiene como objetivo desarrollar un método de entrenamiento basado en las características de la intensidad del ejercicio en el Judo, realizando el seguimiento en el tiempo de las pulsaciones durante las distintas sesiones de entrenamiento en atletas universitarios con alto potencial deportivo.

El otro proyecto de investigación para este año es el relacionado con la detección de factores determinantes para la obtención de medallas olímpicas, con el fin de obtener variables cuantitativas y cualitativas a partir del análisis de los antecedentes de los atletas de primer nivel para utilizarlos en la detección y selección de atletas alto potencial dentro de la categoría junior.

Las otras tareas del Área de Investigación Científica se refieren al análisis de videos de los principales campeonatos internacionales, la compilación y publicación de los resultados de las investigaciones y el mejoramiento de la base de datos que se viene utilizando para la confección del ranking de los atletas.

Los resultados de la Medición de Fuerza que se viene realizando en forma periódica y continua en los integrantes de las selecciones no solamente sirven para monitorear la fuerza de los atletas y planificar el entrenamiento físico de cada uno de ellos con el fin de mejorar su rendimiento deportivo y prevenir las lesiones, sino también, evaluar los resultados de dichos planes, detectar problemas y perfeccionar los planes de entrenamiento.

Cabe recordar que la preparación física para la prevención de lesiones es un aspecto muy importante, ya que cualquier lesión sea ésta leve o grave, implica un retraso en los plazos fijados en el plan de entrenamiento, por el tiempo que se requiere para el tratamiento y rehabilitación, hasta reiniciar el entrenamiento desde un estado inferior al momento de la lesión.

Los principales parámetros que se miden actualmente, además del peso corporal (porcentaje de grasa corporal y peso sin grasa) y la altura, son 1) la fuerza máxima de levantamiento en una repetición (1RM) con sentadilla, prensa de banco y arranque con mancuerna a una mano (dumbblell snatch),

2) cantidad de saltos con una pierna hacia 4 direcciones en 20 segundos,

3) tiempo de reacción corporal (utilizando un equipo desarrollado para tal fin) y

4) potencia de piernas (midiendo el pico de revoluciones y potencia de piernas en un pedaleo durante 10 segundos utilizando una bicicleta especial programada con una carga de pedaleo proporcional al peso).

Si bien se pueden incorporar nuevos parámetros o cambiar los instrumentos de medición, hay un grupo de parámetros fijos a fin de poder realizar la comparación a los a largo del tiempo y estudiar las tendencias.

Los resultados promedios de estas mediciones a lo largo de varias décadas muestran una tendencia ascendente en los integrantes de las selecciones masculina y femenina en todas las categorías de peso lo que demuestra, entre otras cosas, que se viene mejorando la fuerza de los atletas que es un déficit reconocido por parte de los atletas japoneses frente especialmente a sus pares europeos.

Cabe destacar que una de las preocupaciones del Área de Investigación Científica es el definir con exactitud el grado de intensidad (alta o media) del trabajo físico en un combate de Judo, para diseñar mejor el plan de entrenamiento, de acuerdo a la carga a la que se ven sometido los atletas en un combate, ya que no hay un consenso entre los distintos autores sobre la prevalencia de la potencia aeróbica y la potencia anaeróbica en los combates. Lo que está comprobado, desde la caracterización metabólica, es que en el Judo se combinan trabajos aeróbicos y anaeróbicos y que existe una continuidad superior a 5 minutos de trabajos de intensidad alta y media.

En la selección japonesa, los planes de entrenamiento físico a largo plazo se plantean teniendo en cuenta el período entre un juego olímpico y otro (4 años) a los efectos de ir mejorando en forma programada las distintas variables, teniendo en cuenta que, según las variables, se requieren distintos períodos de tiempo para alcanzar resultados significativos.

Una de las situaciones que obligan a revisar o ajustar los sistemas de entrenamiento son algunos cambios en la reglamentación de la competencia como los cambios en la duración de los combates o, por ejemplo, la introducción, hace ya varios años, del sistema del “golden score” para definir los combates empatados durante el tiempo reglamentario.

Precisamente, la introducción del sistema de “golden score” motivó la puesta en marcha de un programa de entrenamiento, iniciado en la selección femenina, con el objetivo de “crear físicos que puedan combatir exitosamente bajo el sistema de golden score” para elevar la capacidad de realizar un trabajo continuo de alta intensidad. Para ello, se introdujo dentro del entrenamiento la realización periódica de piques de 400 y 800 metros.

La problematica del Golden Score.

Este trabajo fue iniciado en el equipo femenino durante el período previo a los Juegos Olímpicos de BEIJING 2008 por el director técnico de entonces, Nobutoshi HIKAGE quien puso en marcha un programa de mejora de la fuerza de base y de la resistencia. Cabe recordar que la resistencia es una capacidad que requiere un período superior a los 12 meses de trabajo sistemático para alcanzar una mejora significativa, a diferencia con otras capacidades como la fuerza muscular o la flexibilidad, ya que necesita que se generen cambios en los estados de las distintas partes del cuerpo como los sistemas cardiovascular y cardiorrespiratorio, las células musculares y la sangre.

La resistencia física que se buscó aquí fue la capacidad de realizar 5 a 7 series de ejercicios a alta intensidad durante 5 a 10 minutos, en lugar de la capacidad de correr durante 30 minutos o 1 hora a una velocidad determinada, teniendo en cuenta la resistencia necesaria para combatir efectivamente en una situación de golden score en una final de campeonato.

Para ello, se elaboró un modelo de periodización (plan de entrenamiento) a largo plazo, considerando el programa de concentraciones o campos de entrenamiento a lo largo del año.

Teniendo en cuenta que, de acuerdo a los estudios realizados, durante las sesiones de entrenamiento de 2 horas se trabaja en un rango de 130 a 190 pulsaciones por minuto y que en los ensayos de combates se superan las 180 pulsaciones, se supuso que en un combate real se llega al máximo de las pulsaciones. Así, se consideró que se requería una capacidad de ejecutar un trabajo continuo a alta intensidad por más de 5 minutos, o sea, la capacidad de utilizar (reciclar) eficientemente el ácido láctico acumulado por el gran esfuerzo realizado como la siguiente fuente de energía (obviando detalles muy técnicos).

Fue así que se estableció como indicadores de esta capacidad los tiempos para correr 400 metros (distancia de esfuerzo netamente anaeróbico) y 800 metros con la mayor intensidad.

Los resultados y los estudios posteriores confirmaron la importancia de estos indicadores ya que la mayoría de las atletas de primer nivel corren ambas distancias superando el promedio de atletas de su categoría, salvo para algunas atletas pesadas que corren a una velocidad muy baja que requerirían diseñar un sistema alternativo de entrenamiento.

Asimismo, considerando que en el tiempo de la carrera de 800 metros influye también un factor mental, especialmente en aquellas atletas que, a pesar de correr los 400 metros a alta velocidad, no logran sostenerla en la carrera de 800 metros, se planteó la necesidad de realizar un trabajo con vistas a acercar la velocidad promedio de ambas distancias.

Fue así que los piques de 400 y 800 metros fueron incorporados en el entrenamiento de las selecciones para mejorar la resistencia, pero al Área de Investigación Científica le quedan aún muchos desafíos para ir mejorando los sistemas de entrenamiento sobre la base de los avances científicos, desde la necesidad de precisar, como se mencionara más arriba, la prevalencia de la potencia aeróbica o anaeróbica en un combate de Judo hasta mejorar los sistemas de entrenamientos para mejorar la potencia, tratando que estos sean los más precisos y personalizados posibles sobre la base de la caracterización de las fibras musculares de cada atleta (potencia muscular según la prevalencia de la fuerza o la velocidad) y un trabajo que apunte no solamente en la mejora cuantitativa (masa muscular) basado en la hipertrofia, sino también, en la mejora cualitativa de los músculos.

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