Psicología del deporte: El Entrenamiento Mental en Judo.
La psicología es un campo de la ciencia que, en Japón, no se ha venido investigando activamente hasta las últimas décadas y, en consecuencia, la psicología del deporte fue también una disciplina introducida con cierto retraso, en relación con otros países, a pesar de que ya estaba demostrado que el entrenamiento mental era un complemento fundamental para mejorar el rendimiento deportivo de los atletas.
En el caso del Judo, al tratarse de una disciplina del BUDO en la que su práctica está orientada también al fortalecimiento de la mente, en su momento, había una creencia casi generalizada que la práctica en sí tenía un componente de entrenamiento mental (lo que es muy cierto) y que no hacía falta ningún otro trabajo específico (lo que habría estado errado).
Esta creencia ha hecho que se demore la introducción en forma sistemática del entrenamiento mental especialmente a nivel de la selección nacional, aunque en varias universidades se venía trabajando sobre el tema. Esta creencia junto al convencimiento de que con la “garra” y mucho entrenamiento (físico y técnico) era suficiente para ganar, contribuyó también que no se hayan formado entrenadores con conocimientos básicos sobre psicología del deporte. Para algunos críticos, esto ha motivado un estado de “sobre entrenamiento” de algunos integrantes de la selección que llegó a los Juegos Olímpicos Londres 2012, lo que se habría reflejado en los magros resultados obtenidos.
El “fracaso” que significó para la selección japonesa su performance en estos juegos (sin cosecha de medalla de oro en el equipo masculino) ha hecho que se introdujeran cambios importantes en la preparación de la selección con vistas a los Juegos Olímpicos RIO 2016, proceso que fue liderado por el Director Técnico de la Selección Masculina, Kosei INOUE, designado inmediatamente después de Londres 2012.
Estos cambios no solamente tuvieron que ver con los métodos de preparación física (con una mayor base científica) y técnica, sino también, en la preparación mental, junto a la incorporación de un importante soporte científico e informático.
Cabe destacar que INOUE que lidera la camada de entrenadores jóvenes que fueron, en su momento, competidores e integrantes de la selección recibió (en forma particular), junto con algunos de sus compañeros, apoyo psicológico y realizó un entrenamiento mental en el período previo a los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. Además, INOUE tiene una maestría en Psicología del Deporte y actualmente, se encuentra cursando el doctorado en Psicología.
Por otro lado, junto a la introducción de la práctica obligatoria de alguna disciplina del BUDO (a elegir entre Judo, Sumo y Kendo) en el secundario inferior, a partir del año 2012, la Federación Japonesa de Judo introdujo el sistema oficial de certificación de instructores de Judo desde el año 2013. Para ello, la Federación ha establecido distintos conocimientos y capacidades que deberían contar los instructores certificados, además de los conocimientos técnicos específicos, tales como habilidades relacionadas con las relaciones humanas, las habilidades conceptuales (capacidad de diagnosticar y analizar situaciones complejas) y habilidades de gestión de riesgos. Entre las capacidades requeridas se destacan la capacidad de comunicación y la capacidad de liderazgo, en la búsqueda instructores, con una capacidad práctica de coaching que logren despertar el interés por el Judo entre los estudiantes y puedan maximizar el potencial deportivo de los practicantes.
Lo que es cierto e innegable es que muchos aspectos de la práctica de las disciplinas del BUDO tienen un componente de entrenamiento mental y que muchos de sus aspectos han venido siendo estudiados por los especialistas en psicología del deporte, al igual que otras disciplinas orientales como el Yoga, el Zen o el Chi Kung.
Entonces, se podría afirmar que los instructores de Judo, cuentan ya con algunas capacidades o habilidades prácticas sobre entrenamiento mental y que, complementando o reforzando estas habilidades con conocimientos básicos sobre la Psicología del Deporte, se lograría formar un instructor mucho más capacitado.
En Japón, las prácticas más comunes en Entrenamiento Mental, además de la fijación de objetivos de corto, mediano y largo plazo, tienen que ver con el aprendizaje y entrenamiento en técnicas de motivación, relajación, concentración, visualización, actitud positiva, mentalización para la competencia y autodiálogo.
También, existen varios métodos de evaluación o medición de habilidades psicológicas y parámetros motivacionales como el DIPCA (Diagnostic Inventory of Psychological -Competitive Ability for Athletes) o el TSMI (Taikyo Sports Motivation Inventory.) que se realizan sobre la base a entrevistas o encuestas a los atletas sobre una serie de parámetros seleccionados.
Tal vez, para el instructor de Judo común, sería importante contar con el conocimiento básico de algunas de las técnicas de entrenamiento mental como las de relajación, concentración y visualización, complementadas con una buena capacidad de comunicación y empatía con el atleta y disponer con el apoyo de algún especialista, de acuerdo a las necesidades derivadas del nivel de exigencia de los atletas con los que se está trabajando.
Dado que existe una gran cantidad bibliografía relacionada con la Psicología del Deporte y el Entrenamiento Mental que podría ser consultada por cualquier interesado sobre el tema, quisiera concluir la presente nota haciendo referencia acerca de algunos puntos de contacto entre la práctica de cualquier disciplina del BUDO y el Entrenamiento Mental, tal como se mencionó más arriba.
Se sabe que un estado de alta concentración es el que permite alcanzar el máximo rendimiento y en psicología, se denomina “Estado de Flujo” que es conocido como el estado mental operativo en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que está haciendo y se caracteriza por una sensación de gran libertad, gozo, compromiso y habilidad, durante la cual las sensaciones temporales (la hora, la comida y el yo) suelen ignorarse. Este Estado de Flujo se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad. Este concepto fue propuesto por el psicólogo italiano/yugoslavo Mihály CSIKSZENTMIHLAYI (1934-) en 1975 y, a partir de entonces, se ha difundido extensamente en diferentes campos, incluyendo el deporte.
Para alcanzar este estado, debe lograrse un estado de equilibrio entre el desafío de la tarea y la habilidad de quien la realiza y también, implica una especie de atención enfocada y está reconocido que la meditación a conciencia, el yoga o las artes marciales pueden mejorar la capacidad de una persona para fluir o alcanzar el estado de flujo.
En las disciplinas del BUDO o artes marciales japonesas, existe un concepto denominado MUSHIN (etimológicamente, sin mente o mente vacío) que prácticamente es un concepto con gran similitud al de flujo y que tendría su fuente en el Budismo ZEN. El estado de MUSHIN es una experiencia netamente subjetiva que se caracteriza por la ausencia de pensamientos y emociones.
El MUSHIN se alcanza cuando una persona aleja de sí las ideas de miedo, ira y ego durante el combate, la práctica o la vida diaria, anulando el pensamiento discursivo y el juicio, de modo que se libere totalmente la mente para que pueda actuar y reaccionar sin la demora causada por tales pensamientos.
Lo que se busca en las disciplinas del BUDO, como el Judo, es la práctica con repeticiones de técnicas o formas para lograr su aplicación en forma automática o inconsciente. Este tipo de trabajo de repetición no solamente representa un trabajo de carácter físico, sino también, tiene como finalidad alcanzar un estado de MUSHIN que permita reaccionar en forma intuitiva e inconsciente a los movimientos del adversario.
Según el pensamiento ZEN, cualquier cosa que se considere, al principio, como algo “anti natural”, con la práctica repetitiva se alcanza su dominio y su ejecución en forma inconsciente y el hecho de que se haya logrado ejecutar en forma inconsciente, esto se convierte en algo “natural” y esta expansión de lo natural es lo que se denominaría progreso (o mejora). Así es que, una vez lograda la automatización de un trabajo, o sea, que éste se haya incorporado a “la naturaleza”, se debe reiniciar el ciclo de la mejora (continua).
Asimismo, el MOKUSO (meditación, etimológicamente, significa “mirar en silencio hacia el interior”) que se realiza durante unos 30 segundos en posición seiza al inicio y al término de una práctica de cualquier disciplina del BUDO es algo estrechamente relacionado con el MUSHIN y tiene como finalidad elevar la concentración y “limpiar” la mente de cualquier pensamiento que pueda hacer ruido.