Para quienes seguimos el Judo Japonés desde lejos, tenemos una imagen de que, en Japón, hay un sistema que funciona casi a la perfección, pero algunos hechos recientes nos han hecho sospechar que habría algún problema cuando, por ejemplo, envió sólo 9 atletas al Grand Slam de París 2023, mientras que países como Kazajistán, Brasil, Corea y Mongolia enviaron más de 20 atletas.
El mismo día 9 de febrero de 2023, que la Federación Japonesa de Judo (AJJF) anunció el envío de sólo 5 atletas al próximo Grand Slam de Tel Aviv 2023, 1 sólo varón, Kosuke MASHIYAMA (-90kg) y 4 mujeres, Kisumi OMORI (-52kg), Tsukasa YOSHIDA (-57kg), Seiko WATANABE (-63kg) y Mami UMEKI (-78kg), Hideki FURUTA creador y director del Sitio especializado eJudo publicó en su sitio una extensa editorial advirtiendo sobre la delicada situación financiera que estaría atravesando la AJJF que le habría impedido enviar un equipo completo de atletas a campeonatos importantes del World Tour como el Grand Slam de París y de Tel Aviv (que pasó a reemplazar en el calendario al otro Grand Slam de Dusseldorf). Esta situación se habría agravado durante el último trimestre de este ejercicio 2022/23, recordando que el ejercicio presupuestario se extiende desde el 1 de abril al 31 de marzo de cada año.
Grand Slam de Parí 2023 al que se envió sólo 9 atletas
A través de esta editorial de tono altamente crítico, FURUTA no sólo alerta sobre las consecuencias negativas para el desarrollo de atletas en el sistema de selecciones si esta situación grave se mantiene en el tiempo, sino también propone algunas soluciones para hacer frente a esta crisis.
Tal vez, lo más importante de esta editorial es que está abriendo un debate pendiente en el Judo Japonés para generar cambios, proponiendo distintas ideas innovadoras, incluso a sabiendas de que la implementación de algunas de ellas no sería nada fácil a corto plazo.
Sin embargo, alerta sobre la importancia de encontrar urgente una solución teniendo en cuenta que en este año 2023, previo a los JJOO de París 2024, el Campeonato Mundial de Doha 2023 se realiza durante el mes de mayo a sólo 7 meses del anterior Campeonato Mundial de Tashkent 2022 lo que obliga a estar presente en los campeonatos del World Tour posteriores a dicho mundial para ir preparando y evaluando a los atletas con vistas a los próximos JJOO a realizarse en el mes de julio de 2024.
Primeramente, da cuenta de la delicada situación financiera que estaría atravesando la AJJF, a pesar del éxito deportivo alcanzado en los JJOO de Tokyo 2020, debido a la reducción de ingresos proveniente de los sponsors y progresiva disminución de afiliados que abonan su cuota anual a lo que se suma los cambios impuestos por el Comité Olímpico Japonés (JOC) en el manejo de sus subsidios que impiden el traspaso de los saldos de un ejercicio a otro y la desvalorización del Yen frente a otras monedas que encarecieron los viajes al exterior.
Esta situación está impidiendo el envío de equipos completos de atletas a los principales campeonatos del World Tour, engrosando la lista de atletas promisorios a la espera de iniciar y/o incrementar su experiencia internacional, cosa que afecta directamente en la competitividad de las selecciones.
Éxito deportivo en los JJOO de Tokyo 2020 no capitalizado económicamente
FURUTA propone, ante todo, que las autoridades de la AJJF sinceren esta situación a la comunidad del Judo Japonés, de modo tal de que todos estén enterados de esta situación y, entre todos, se pueda encontrar una solución para superar esta delicada situación. Entre algunas posibilidades que analiza, se encuentra la alternativa de ampliar la búsqueda de sponsor por parte de cada uno de los integrantes de la selección y no limitarlo solamente al nivel institucional como en la actualidad.
Sin embargo, como esto implicaría para su concreción un determinado tiempo, propone como una medida de rápida aplicación la liberación de los cupos de participación en los campeonatos del World Tour que la AJJF no pueda ocupar, teniendo en cuenta que, en la actualidad, la designación de los participantes en los campeonatos del World Tour como la cobertura de sus gastos son privativos de la AJJF, haciendo que las universidades y las empresas puedan ocupar, a su cargo, los cupos no cubiertos por sus propios atletas. Al mismo tiempo, propone la opción de que atletas de la selección “B” también puedan ocupar dichos cupos vacantes, haciéndose cargo de la totalidad o parte de los costos que implica la participación en los campeonatos internacionales.
Otra alternativa que propone, como forma de compensar la limitación de enviar atletas al extranjero, es la de programar 4 campos de entrenamiento internacional en Japón en distintas localidades, teniendo en cuenta el gran éxito que tuvo el Campo de Entrenamiento Internacional de Tokyo realizado en junio desde el año 2018 y la gran cantidad de atletas extranjeros que visitan Japón a lo largo del año y también, abrir los mismos a cualquier atleta japonés interesado, cobrando una inscripción. Esto daría la posibilidad tanto de generar mayores ingresos como de permitir a los atletas japoneses a tener un estrecho contacto con sus pares extranjeros durante una semana.
Otra idea que propone FURUTA es el de atraer a los atletas extranjeros mediante la creación de una “Liga Nacional” altamente competitiva que pueda competir con el World Tour.
El Campo de Entrenamiento Internacional de Tokyo
Algo interesante que destaca FURUTA en su editorial es la necesidad de un cambio cultural en cada uno de los integrantes de la comunidad del Judo Japonés, habituado en no gastar o gastar muy poco en sostener el Judo. Realiza una interesante comparación con el Jiu-Jitsu Brasileño donde se pueden encontrar muchos instructores que han abierto sus propios dojos o academias que han alcanzado un gran éxito económico donde el practicante está habituado a “pagar” una cuota razonable para la enseñanza que recibe. Tal es así que, mientras que en el Jiu-Jitsu Brasileño se pueden ver cadenas de dojos exitosos, en el mundo del Judo son contados los casos de dojos particulares exitosos. FURUTA enfatiza la necesidad generar un cambio en el Judo Japonés de modo que quien practique Judo esté dispuesto a “pagar” por los servicios que recibe, haciendo que circule más dinero en el mundo del Judo Japonés.
Así también propone incrementar el monto de la cuota anual de los afiliados a las AJJF, incluyendo en la cuota un aporte con un fin específico que podría ser, por ejemplo, “difusión” o “desarrollo”.
También, menciona como un ejemplo del fracaso de la comunidad del Judo Japonés el hecho de no haber podido sostener la única revista mensual especializada “KINDAI JUDO” que había empezado a publicarse hacia fines del año 1979 dejó de circular hacia mediados del año pasado.
A propósito, FURUTA alerta que su propio sitio eJudo está en peligro por la poca cantidad de suscriptores, a pesar de haberse convertido en uno de los pocos medios informativos sobre el Judo.
Revista mensual “Kindai Judo” que dejó de circular durante el 2022
Tal como se suele decir que toda crisis es también una oportunidad, sería muy interesante realizar un seguimiento para ir monitoreando cómo resolverá el Judo Japonés esta crisis y si logrará capitalizarlo como una oportunidad para crecer, con soluciones innovadoras.
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