El manejo del “Ma-ai” (間合); un factor clave en el Judo actual.
En la presente Nota, nos referiremos sobre el concepto de “ma-ai” (間合) que, en el mundo del Budo o las artes marciales japonesas, se suele utilizar como sinónimo de distancia, aunque su concepto dentro de la cultura japonesa es mucho más amplio, ya que incluye aspectos relacionados con el tiempo y el espacio y su interacción que hasta se llega a relacionarlo con la respiración. También, hay autores que hablan de ma-ai mental o psicológico e incluso, de “sensación de ma-ai”. Por ello, el concepto de “ma-ai” es utilizado en los más diversos campos tanto en el arte como en el deporte, hasta en las relaciones interpersonales, tal vez, con algunas diferencias en el sentido en los que se utiliza.
En el Judo, como en las otras disciplinas del Budo, se utiliza principalmente para expresar la distancia con el oponente y especialmente en los manuales de kata, se utiliza el término “ma-ai” para indicar la distancia entre el tori y el uke. Por lo tanto, se trata del mismo concepto de distancia cuando se habla de “to-ma” y “chika-ma” en el kata “Katame no Kata”, ya que el término “ma” es el que significa distancia o espacio. Sin embargo, era un término que, en los manuales o textos tradicionales relacionados con el randori y shiai, no se encuentra mencionado con frecuencia (como podría aparecer en los textos de Kendo), como tampoco en los textos de Jigoro KANO.
Esto se debería a que tanto KANO como los maestros de antaño consideraban que, en el Judo, prácticamente desaparecía el “ma-ai” una vez iniciado el combate al estar agarrados del judogi, a diferencia de otras disciplinas como Kyudo, Kendo o Karate en los que el concepto de “ma-ai” es mucho más importante.
Sin embargo, con el avance de la internacionalización del Judo y la competencia con los representantes occidentales que, en general, superan en fuerza a los japoneses y que prefieren combatir a muy corta distancia para tratar de prevalecer con su fuerza, se ha comenzado a prestar mayor atención al ma-ai como forma de anular la fuerza y desplegar eficazmente la técnica.
Esto se ha visto aún más potenciado con los últimos cambios reglamentarios que propician aún más el Judo de ataque y penalizan el “Judo negativo” que obligó un cambio de estilo y táctica en el Judo japonés. Para hacer frente al estilo de combate a corta distancia que proponen los rivales europeos, el director técnico de la selección masculina, Kosei INOUE, viene incorporando en los entrenamientos de su selección algunos elementos de otras disciplinas como las luchas libre y grecorromana y el Sumo que trabajan a una distancia mucho más corta que el Judo.
Entrenamiento de lucha por parte de la selección masculina
Para los representantes japoneses se torna clave poder imponer su distancia o ma-ai con un buen trabajo de kumite o agarre, para no entrar en un combate eminentemente físico donde, en general, se encuentran en desventaja. De hecho, son muy pocos los atletas japoneses que, como Shohei OHNO, último campeón olímpico (Río de Janeiro 2016) y 3 veces campeón mundial de la categoría -73kg (2013, 2015 y 2019), pueden salir airosos, aún después de haber perdido su ma-ai, entrando en un combate a corta distancia, debido a su excepcional fortaleza, especialmente de los músculos del torso.
Ohno vs Basile (izq.) y Ohno vs Ojitani (der.)
La importancia del manejo del ma-ai quedó evidenciado también en el último Campeonato Mundial de Hungría realizado en el mes de junio pasado, cuando varios de los representantes japoneses no pudieron llegar al podio al no poder superar el planteo de combate a corta distancia que le propusieron sus rivales.
Por su parte, entre los campeones japoneses, se destacaron Joshiro MARUYAMA (-66kg) y Natsumi TSUNODA (-48kg) por el excelente manejo del ma-ai o distancia que realizaron en todos los combates que le permitieron ejecutar con efectividad sus tokui-waza, uchimata y tomoe-nage en el caso de MARUYAMA y tomoe-nage y ude-hishigi-juji-gatame en el caso TSUNODA. Cabe recordar que tanto ambos campeones mencionados como otros 2 campeones japoneses, Ai SHISHIME (-52kg) y Kokoro KAGEURA (+100kg), son atletas que manejan muy bien el ma-ai a partir de su perfil y kumite de izquierda.
Tsunoda vs Krasniqi (izq.) y Maruyama vs Lombardo (der.)
Si bien el ma-ai o la distancia apropiada depende de cada uno y debe ser ajustada según su tokui-waza y la contextura y características de los oponentes, debe ser la distancia que permita ejecutar correctamente el kuzushi, tsukuri y kake para que la técnica resulte efectiva, así como la que permita defenderse eficazmente de los ataques de los oponentes. Asimismo, dentro de un combate, el ma-ai debe ser ajustado o corregido permanentemente, de acuerdo al movimiento del oponente.
Esto es particularmente importante para los representantes japoneses para hacer frente a los rivales europeos que proponen un combate a corta distancia donde resulta dificultoso realizar correctamente el kuzushi y tsukuri.
Entonces, el ma-ai debe ser la distancia que permita utilizar eficazmente todo el cuerpo y al mismo tiempo, permita que los movimientos del tsukuri y kake puedan alcanzar su máxima aceleración que no se lograría a corta distancia.
El ma-ai se logra con un buen kumite o agarre complementado con un buen desplazamiento de piernas que debe ser practicado con el uchikomi, nagekomi y randori realizados con la mayor diversidad posible de compañeros, o bien, compañeros que puedan simular las más variadas situaciones de combate.
En el Judo japonés, se presta particular atención en el kumite tradicional mediante el agarre permanente con las dos manos, con el tsuri-te agarrando la solapa a la altura de la clavícula del oponente, que debe ajustarse especialmente de acuerdo a su altura y el hiki-te controlando su manga. Esto se debe a que este kumite es el que permite utilizar eficazmente la totalidad del brazo para manejar el ma-ai, teniendo en cuenta que los trabajos de la muñeca, el codo y el hombro (y el ángulo de apertura de la axila) están interrelacionados y que el agarre por detrás de la nuca o por la espalda del oponente no permite realizar este trabajo coordinado para mantener la distancia apropiada tanto en ataque como en defensa.
Cabe recordar que el reglamento de arbitraje de las competencias infantiles de Japón, penaliza el agarre por detrás de la nuca y de la espalda, así como el agarre de las 2 mangas, haciendo que el kumite tradicional sea prácticamente el modo de kumite generalizado para todas las edades, con pequeños ajustes. Esta “falta de costumbre” de los japoneses en enfrentar oponentes con formas de kumite “no tradicionales” hace que se preste especial atención al trabajo de kumite entre los cadetes y juveniles con proyección internacional.
Una de las ventajas que tienen, en general, los judokas japoneses es su experiencia en competencias libres de peso, que los familiariza a distintas tallas de rivales y sus formas de agarre.
Por su parte, los rivales europeos de los japoneses, en su mayoría, son conscientes que se encuentran en desventaja cuando éstos logran imponer su agarre con las 2 manos y encuentran su ma-ai, por lo que tratan de evitar, como sea, el agarre con las 2 manos de los japoneses y acortar la distancia.
El 2 veces campeón mundial (-90kg) Sherazadishvili
Para que muñeca, codo y hombro puedan trabajar eficazmente en forma sincronizada, ante todo, resulta importante que ambas manos agarren el judogi del oponente con los 3 dedos, medio, anular y meñique, sin hacer fuerza con el pulgar y el índice que deben estar cerrados para evitar cualquier lesión, de modo que tanto la muñeca como el codo y el hombro tengan libertad de movimiento. Asimismo, el agarre con los 3 dedos debe ser realizado en forma de gancho, sin demasiada fuerza en el cierre o grip, pero que no pueda ser desprendido con facilidad, acompañando el movimiento del oponente relajando y extendiendo el codo.
El trabajo de la muñeca del tsuri-te es particularmente importante para pasar alternadamente de posición de ataque a defensa y viceversa, ya que, en defensa, lo ideal es que el puño del agarre se encuentre en contacto con el pecho del oponente con la palma hacia adelante para captar anticipadamente sus movimientos y su intensión de ataque. Por su parte, en posición de ataque, se aconseja dejar un espacio entre el puño del agarre y el cuerpo del oponente, aprovechando el juego del judogi, a fin de poder iniciar el ataque con mayor libertad de movimientos sin que pueda ser captado.
Para realizar esto último con éxito, resulta fundamental el trabajo del hiki-te. En agarre ai-yottsu o simétrico, una regla de oro es agarrar primero con el hiki-te para anular o controlar el tsuri-te del oponente, tratando que quede agarrado en una posición más baja de la ideal para que no pueda trasmitir eficazmente la fuerza, bajándole la posición de agarre, utilizando el juego de la solapa del judogi.
Por su parte, en agarre kenka-yottsu o asimétrico, la regla es agarrar primero con el tsuri-te para impedir que el oponente logre un agarre cómodo con su tsuri-te que, en este caso, se encuentra del mismo lado.
La táctica básica de los representantes japoneses es la de anticiparse en el agarre que no implica necesariamente ir a buscar desesperadamente el agarre, sino sólo agarrar antes que lo haga el oponente y una vez agarrado, iniciar el ataque manteniendo la movilidad de sus piernas, impidiendo a los oponentes a acomodarse y defenderse eficazmente. Los maestros japoneses recomiendan no ceder o realizar concesiones en la lucha por el agarre, ya que ceder ante un rival europeo y quedar en desventaja en el agarre, sería algo muy difícil de remontar, dejando casi definido el combate en su contra. Por ello, también, recomiendan no soltar jamás una vez logrado el agarre con las 2 manos y realizar los ajustes deslizando el agarre por el judogi del oponente.
Para que la trasmisión de la fuerza resulte eficaz, resulta muy importante que las posiciones de agarre del tsurite y del hiki-te estén sincronizados. Por ejemplo, si la posición de agarre del tsurite es elevada, cercana a la nuca del oponente, el hiki-te debería estar agarrado más arriba del codo y cerca de la axila para que trabaje eficazmente (especialmente contra un oponente más bajo) y si se agarra con el hiki-te el extremo de la manga del oponente, se debería agarrar con el tsuri-te la posición normal o más baja de la solapa (especialmente contra un oponente más alto).
La libertad de movimiento del codo es otro aspecto muy importante, tanto en defensa para desprender el agarre del oponente mediante el movimiento lateral del codo como en ataque, especialmente para poder girar con velocidad con los codos separados del cuerpo (las axilas abiertas), ya que los codos pegados al cuerpo impiden un movimiento fluido.
La presión con el kumite o agarre debe ser ejercida con uno de los brazos, normalmente con la tracción del hiki-te (en caso de ai-yottsu), ya que con los 2 brazos tensos hace que el cuerpo se comporte como un solo bloque, perdiendo poder de reacción y facilitando el kuzushi por parte del oponente.
Para mantener un agarre equilibrado, los maestros japoneses coinciden en la importancia de enfrentar al oponente conservando el ancho entre hombros hacia el frente y manteniendo la línea que une ambos hombros paralela al piso, sin subir o bajar demasiado alguno de los hombros.
A propósito, Kenichiro AGEMIZU, director técnico del poderoso equipo de la Universidad TOKAI, habla de crear con el agarre un espacio que denomina “caja cuadrada” que corresponde a la posición más estable en la que se trasmite mejor la fuerza al oponente y define como “caja romboidal” al estado en el que se rompe dicho espacio (antes que se elimine del todo, al quedar en contacto ambos cuerpos).
Por otra parte, Shozo FUJII, tal vez por haber sido un mediano (-80kg) que competía con los pesados en los campeonatos libre de peso, habla de separar e inmovilizar al oponente estirando bruscamente los codos y aprovechar su reacción para ejecutar una técnica hacia adelante como seoi-nage, uchimata, etc. Tanto AGEMIZU como FUJII, hacen hincapié al trabajo sincronizado de muñeca, codo y hombro para lograr un kumite efectivo y en consecuencia, el ma-ai más conveniente.
También, coinciden en que cada practicante debe encontrar tanto su forma de kumite o agarre como su ma-ai ideales según sus características físicas y su tokui-waza, de modo tal que deba realizar los pequeños ajustes de acuerdo a los oponentes y las situaciones.
En una próxima Nota, nos referiremos sobre algunos aspectos en los que se refiere el Sensei FUJII sobre el buen manejo de todo el cuerpo, incluyendo la posición de la cabeza y la dirección de la vista, para obtener el máximo rendimiento tanto en ataque como en defensa.
Kumite básico, según Agemizu
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