Llevar un diario, una costumbre muy japonesa que aún se mantiene en el Judo.
En Japón, existía una tradición muy arraigada de escribir diarios personales como una bitácora de vida donde registraban las actividades realizadas, los hechos vividos, emociones y sentimientos. Algunas personas muy ordenadas han escrito su diario durante toda su vida y, en caso de tratarse de personajes históricos o famosos, estos diarios se han convertido en documentos de gran valor para conocer su vida y su contexto.
El creador del Judo, Jigoro KANO (1860 -1938), es también conocido por haber escrito diarios de viaje desde que viajó a Europa por primera vez entre setiembre de 1889 y enero de 1891 cuya particularidad radicaba en que se encontraban escritos en idioma inglés que dominaba a la perfección. Algunos de estos diarios de viaje como el correspondiente al viaje a Europa para asistir a los Juegos Olímpicos de Estocolmo del año 1912 fueron traducidos al japonés y publicados, permitiendo conocer las actividades realizadas por KANO día por día.
Por ejemplo, otra costumbre, especialmente entre las amas de casas, era la de registrar, día por día, los gastos hogareños realizados que les permitía saber cuándo se hizo una compra y cuánto le había costado. De ello puedo dar fe, ya que mi madre mantuvo gran parte de su vida esta costumbre.
Escribir un diario era una costumbre muy arraigada y estimulada desde la escuela primaria, ya que una de las “tareas” para los alumnos durante las vacaciones de verano era, precisamente, escribir un diario de sus días de vacaciones.
Si bien en la actual sociedad japonesa, esta costumbre de registrar distintos datos de la actividad diaria, especialmente en papel estaría tendiendo a ser reemplazado por otras herramientas y modalidades, aún hay una importante porción de la población que sigue manteniendo el registro en papel con su puño y letra. Por tal motivo, aún se pueden encontrar en el mercado distintos tipos de libretas y cuadernos especialmente diseñadas y formateadas para llevar el registro diario de las más variadas actividades.
Es por ello que se pueden encontrar cuadernos especialmente diseñados para practicantes de Judo que van desde un cuaderno común con la sola identificación de tapa como “Cuaderno de Judo”, hasta cuadernos formateados exclusivamente con distintos espacios determinados para completar con una información o dato específico.
Ejemplo de Cuaderno de Judo
Obligar a llevar anotaciones en un “Cuaderno de Judo” a sus alumnos es una costumbre que aún mantienen muchos instructores y/o dojos especialmente entre aquellos que trabajan con niños y adolescentes que asisten a la escuela primaria y la secundaria básica (hasta 15 años). Si bien, en general, pasada dicha edad, el registro tiende a ser voluntario, algunos practicantes que adquirieron el hábito lo continúan registrando tanto las rutinas de entrenamiento, como las participaciones en los torneos. Tal es así, que hay atletas de elite que llevan anotaciones muy detalladas desde las rutinas de entrenamiento físico (tipo de ejercicios, pesos, repeticiones, cantidad de series, etc.) y hasta la cantidad y la duración de los randori realizados durante la práctica u otros que llevan un registro detallado de todos los combates realizados en un torneo (rival, resultado, técnicas utilizadas, duración del combate, etc.)
Ejemplo de Cuaderno de Judo
La modalidad de registro o uso de los “Cuadernos de Judo” por parte de los niños de edad escolar varían según el criterio de cada instructor o dojo, desde aquellos que le dan total libertad en la forma de uso del cuaderno hasta aquellos que obligan a seguir en forma estricta un formato predeterminado e interactúan con los niños a través del cuaderno, obligando su presentación periódica al instructor. Así, por ejemplo, hay una academia que, a través de su Página Web, tiene un instructivo muy detallado para que los padres ayuden a los niños para completar el cuaderno con distintos ejemplos para cada ítem.
A continuación, a modo de ejemplo, se presentan varios casos representativos del uso de estos “Cuadernos de Judo” por parte de algunos instructores y/o dojos.
(Caso A)
Este dojo que afirma promover un “Judo para pensar”, obliga a los niños de edad escolar (hasta 12 años) realizar anotaciones después de cada práctica que incluye (1) el grado de cumplimiento de los objetivos del mes (con un puntaje de 1 a 5) y (2) una libre redacción sobre lo que le enseñaron o aprendió en la clase, lo que le llamó la atención, lo que le gustó, los próximos desafíos, etc.
(Caso B)
Este dojo obliga a los niños completar su cuaderno al final de cada clase para que registren lo que aprendió y/o lo que no entendió y el instructor le efectúa una devolución hasta la clase siguiente, utilizando también este cuaderno como una herramienta de comunicación entre el alumno y su instructor. Sugiere también a los practicantes mayores el uso del cuaderno para llevar un registro y así, poder realizar un seguimiento. Asimismo, durante una práctica, suelen designar a algún niño para que lea en voz alta frente a todos sus compañeros parte de sus anotaciones, como una forma de mejorar la capacidad de oratoria y adquirir confianza en hablar frente a sus compañeros e instructores.
(Caso C)
Este es el caso del dojo que tiene en su Página Web el instructivo para padres para el buen uso del cuaderno. Este dojo entrega a fin de cada año un cuaderno a cada alumno para que, en la primera práctica del año siguiente, cada alumno presente el cuaderno a su instructor a cargo con los “objetivos del año”. Dentro del instructivo, incluye como información de referencia el calendario de competencias del año y la explicación del llamado “Método KPT” para ser aplicado en las anotaciones diarias en el cuaderno, incluyendo ejemplos para cada ítem KPT. “KPT” es la sigla en inglés de Keep (lo bueno que querría mantener), Problem (problema a resolver o superar) y Try (nuevos desafíos para resolver los problemas o lo que debería mejorar). También, detalla las principales 4 finalidades que tiene el uso del cuaderno, como herramienta para: (1) reflexionar o realizar un balance sobre cada práctica o competencia, (2) conocer y ordenar sus virtudes y defectos, (3) interactuar con su instructor a cargo y (4) mejorar la capacidad de redacción.
Un ejemplo sencillo de la aplicación del Método KPT mostrado es el siguiente: Keep: pude ejecutar eficazmente el seoi-nage ante varios compañeros, Problem: me costó ejecutar el tai-otoshi, al no poder girar correctamente y Try: trataré de mejorar el giro en el tai-otoshi, prestando mayor atención en la práctica del uchikomi
Asimismo, destaca que el uso del cuaderno para fijar objetivos y realizar un balance es una herramienta muy valiosa desde el punto de vista de la psicología deportiva y utilizada por los más destacados atletas de distintas disciplinas.
Realizando anotaciones
A propósito de la psicología deportiva y de la neurociencia en el deporte, está científicamente comprobado que existen distintas herramientas para trabajar sobre las destrezas mentales que, para mejorar su eficacia, resultan fundamentales “escribirlo y releerlo”, como es en el caso de reordenar las emociones para descomprimir o bajar el efecto de una determinada emoción que puede interferir en el rendimiento deportivo. Por ejemplo, el simple hecho de describir una emoción en una o dos palabras ayuda a reducirla.
Tal como se puede apreciar, existen varias modalidades en el uso del cuaderno, pero no hay dudas que se trata de un hábito que enseña a fijar objetivos, permite reflexionar y mejorar la capacidad de análisis de los niños.
Por otra parte, hay algunos dojos que fijan sus objetivos anuales, mensuales y semanales que lo tienen escrito en una pizarra, junto a la actividad del día que el instructor explica brevemente al inicio de la práctica. La actividad del día visualizado en una pizarra resulta también una guía para facilitar las anotaciones de los niños en sus cuadernos. Otra costumbre arraigada en muchos dojos japoneses es el momento de la reflexión o la evaluación de los resultados de un torneo o de una determinada actividad, donde instructores y practicantes opinan y expresan sus inquietudes con respecto a los mismos.
Si bien en nuestra cultura occidental no tenemos una costumbre de fijar objetivos y de llevar un registro diario, sería interesante algún tipo de adaptación de esta costumbre japonesa que ha sido tan exitosa en los más diversos ámbitos.
Ejemplos de cuadernos y anotaciones
Alumnos exponiendo sus anotaciones y sus objetivos