“Aflojar la Fuerza”; una de las claves para disfrutar de la práctica del Judo.
Una de las características de los Judokas Japoneses es la capacidad de “aflojar la fuerza” durante el randori y el shiai, lo que le permite aplicar una técnica de nage waza con mayor potencia, compensando de esta forma la menor fuerza que tienen, en general, los japoneses frente a los europeos ante quienes estarían en inferioridad de condiciones en un combate basado solamente en la fuerza.
Es así que muchos europeos, en general, más altos que los japoneses, tratan de agarrar por detrás de la nuca o la espalda con su tsurite para acortar la distancia y llevar el combate a un terreno más físico donde tendrían mayor ventaja, mientras que los japoneses tratan de prevalecer con su kumite o agarre tradicional que, principalmente con el manejo de la muñeca del tsurite, le permite mantener la distancia, “aflojar la fuerza” y aplicar las técnicas con potencia.
Nomura y su libro
Dado que esta acción de “aflojar la fuerza” (en japonés se denomina “datsu-ryoku” (脱力) que literalmente significa quitar o descargar la fuerza) tiene que ver con una sensibilidad que se adquiere con la práctica, no es un tema muy tratado o explicado en los textos. Uno de los que se refiere a la importancia de “aflojar la fuerza” es el triple campeón olímpico Tadahiro NOMURA quien, en su libro “La razón de luchar” (Tatakau Riyu), incluye reflexiones como las siguientes:
“Si bien lógicamente en el Judo es necesario la fuerza muscular, pero si uno depende únicamente de la fuerza, además de no poder aplicar correctamente la técnica, corre el riesgo de lesionarse. Yo mismo, en el pasado, me he lesionado por tratar de aplicar una técnica o de defenderme en forma demasiado forzada”.
Y continúa; “Para buscar la belleza de la técnica y poder continuar con la práctica del Judo por mucho tiempo, es necesario practicar la forma de “aflojar la fuerza”. En el seoi-nage, resulta muy importante el timing, la forma de manejar el tsurite, el hikite y las muñecas y las formas de flexionar el codo y de girar la cadera y que todos los movimientos estén conectados hasta proyectar al oponente apoyando las rodillas en el tatami. No es suficiente solamente con la velocidad o la fuerza. Lo más importante es la sensibilidad para “aflojar la fuerza” en forma instantánea. Debido a que, en un combate entre livianos, donde los contendientes tienden a bajar sus respectivos centros de gravedad, ante todo, es necesario crear un espacio para introducir la cadera. Para ello, se debe utilizar en forma coordinada el tsurite y el hikite para desequilibrar al rival y así, encontrar el momento oportuno para meterse rápidamente debajo del rival. Lo importante es no estar rígido y especialmente, relajar los hombros en el instante de ejecutar la técnica.
No se puede proyectar con seoi-nage solamente con la fuerza. Son necesarios tanto el timing y la velocidad como la fuerza de rotación para bajar la cadera. Para que todo esto salga bien, se debe “aflojar la fuerza” en forma instantánea.
La fuerza es necesaria para que salga bien una técnica, pero esto no se debe malinterpretar y se debe tener en cuenta que no se puede ganar solamente con la fuerza. Entonces, la clave está en la capacidad de “aflojar la fuerza” en forma instantánea”.
Otro de los grandes campeones reconocidos por su gran capacidad en el manejo del kumite o agarre y su sensibilidad para “aflojar la fuerza” es el actual Presidente del KODOKAN y ganador de la Triple Corona del Judo japonés, Haruyki UEMURA (1951; 9no Dan). UEMURA con sólo 174 cm de estatura (y poco más de 100 kg de peso) fue dos veces Campeón Nacional Libre de Peso (1973 y 1975), Campeón en la categoría libre de peso en los JJOO de Montreal 1976 y Campeón Mundial en la misma categoría en Viena 1975, venciendo a rivales mucho más altos y pesados que él, con su extraordinaria capacidad de controlar a los rivales con el kumite o agarre. El propio UEMURA admite haber estudiado y practicado el kumite, ya que, con su baja estatura para la categoría, era clave prevalecer en el kumite y lograr bloquear el ataque de los rivales con un mínimo movimiento. Asimismo, reconoce la importancia de utilizar a su favor el “juego” del judogi, tanto para ataque como para defensa.
UEMURA también afirma que; “en el Judo, si bien son necesarias la fuerza y la potencia, pero no se puede ganar solamente con la fuerza o la potencia. Hay que saber dosificar en forma balanceada la fuerza con la relajación. La clave de la técnica es la forma de “aflojar la fuerza”, dado que, si no se afloja la fuerza, no se puede continuar con el movimiento siguiente. Para “aflojar la fuerza” se debe utilizar el movimiento de las muñecas”.
Uemura vs Pak (Montreal 1976) y vs Yamashita (1975)
El libro “JUDO: Introducción al Kumite” del ex campeón mundial (1981; 65kg) Katsuhiko KASHIWAZAKI (1951; 8vo Dan) dedicado exclusivamente al agarre incluye como introducción un análisis de las 2 finales consecutivas entre Kosei INOUE y Keiji SUZUKI en el Campeonato Nacional Libre de Peso de los años 2003 y 2004 realizado por el mencionado UEMURA, desde el punto de vista del kumite. Cabe recordar que la final del 2003 fue ganada por el diestro INOUE quien obtuvo el tercer campeonato consecutivo, mientras que la final del 2004 fue ganada por SUZUKI, impidiendo así el cuarto campeonato consecutivo del primero.
En ambos combates, terminaron ganando quien había logrado sacar ventaja con su kumite, especialmente en el control de sus respectivos tsurite, al tratarse de combates con agarre kenka-yottsu o asimétrico (diestro contra zurdo). La primera final fue ganada por INOUE por ippon logrado con un uchi-mata ejecutado aprovechando un mínimo descuido de SUZUKI al defenderse de un primer uchi-mata, al cortar soltando el hikite y quedar desequilibrado. INOUE había logrado controlar a SUZUKI con su tsurite por encima, impidiéndole girar libremente para defenderse.
El segundo combate fue ganado por SUZUKI por un “chui” en contra para INOUE cobrado por falta de ataque, resultando ganador quien había impuesto su control en el kumite por más tiempo durante el combate. Si bien INOUE había iniciado el combate dominando el agarre con su tsurite por encima, con el desarrollo del combate, SUZUKI logró imponer su kumite, con su tsurite por encima, controlando completamente el hombro derecho de INOUE e impidiéndole todo intento de ataque.
Tanto INOUE como SUZUKI, al ganar sus combates, lograron controlar el tsurite del oponente con su tsurite por encima del otro, en contra de lo que indican los manuales sobre imponer el tsurite por adentro.
Algunas de las conclusiones de UEMURA sobre ambas finales fueron las siguientes:
INOUE y SUZUKI son 2 eximios luchadores que sobresalen por su extraordinario kumite que manejan el agarre kenka-yottsu o asimétrico con gran habilidad. Ambos combates fueron ganados por quienes lograron imponer su agarre, demostrando la importancia del kumite en el resultado de los combates.
Quienes tienen pocos combates perdidos por ippon como estos dos son aquellos que tienen una buena técnica de defensa, controlando bien el desplazamiento de su centro de gravedad, sin llegar a ser dominado por el oponente. Para ello, resulta fundamental un buen manejo del kumite.
Cuando se habla de kumite, no significa solamente que agarre bien el judogi del oponente, sino también que logre aflojar completamente su fuerza, para poder aplicar una técnica. Para ello, debe tener al oponente bajo su dominio o control.
Si uno se encuentra dominado por el oponente, no tiene otra alternativa que hacer fuerza para impedir su ataque y no puede aflojarse para intentar un ataque.
El que tiene un buen kumite es quien logra aflojar libremente su fuerza.
Además, un buen kumite no significa atraer con ambos brazos al oponente, ya que, de ser así, éste se defenderá plantándose y estirando los brazos. Por ello, para lograr un buen kuzushi y poder aplicar una técnica, se debe atraer y empujar alternadamente con el tsurite y el hikite, aflojando y tensando la fuerza de los brazos. También, se debe trabajar con el juego del judogi.
La base del kumite es agarrar firmemente con ambas manos y de allí, poder frenar o mover al oponente. Lo ideal es poder dominar rápidamente al oponente, lo cual es nada fácil.
Si uno logra imponer su agarre y su posición al 100%, obliga al oponente a romper el agarre. Si uno queda en una posición desventajosa, debe tratar de recuperar la posición y el agarre, sin perder el equilibrio.
Ante todo, se debe aprender a controlar y mover al oponente con el agarre tradicional tomando con el tsurite a la altura de su clavícula y a partir de allí, tratar de ir incorporando distintas variantes.
El libro “Judo: Introducción al Kumite” y Suzuki vs Inoue
El cuádruple campeón mundial (1971, 1973, 1975 y 1979), contemporáneo de los mencionados UEMURA y KASHIWAZAKI y exdirector técnico del equipo de la Universidad TENRI que integró NOMURA, Shozo FUJII (1950; 8vo Dan) fue otro de los pocos maestros que publicó un libro exclusivamente dedicado al kumite y taisabaki que se titula “Judo: Método para progresar en kumite y taisabaki” (quien casualmente es el árbitro que aparece en la foto superior entre SUZUKI e INOUE). FUJII quien fuera campeón en la categoría -80kg confiesa que su mayor sueño fue ser Campeón Nacional Libre de Peso (llegó a ser 3ro en 1973) y a propósito, afirma que, si bien son importantes la fuerza y la velocidad, son mucho más importantes el taisabaki y la forma de utilizar el cuerpo. Teniendo en cuenta que perdería en un combate de potencia contra potencia frente a un rival mucho más grande, admite haber trabajado en la técnica, practicando la forma de utilizar el cuerpo y el taisabaki para anular a los rivales superiores en potencia.
En su libro, presenta una serie de indicaciones sobre el kumite y ejemplos de aplicaciones de taisabaki muy interesantes, algunos de los cuales se resumen a continuación:
Kumite:
Para lograr un kumite equilibrado, se debe mantener el ancho de los hombros orientado hacia el frente y mantener siempre uno de los brazos relajados.
Se debe diferenciar la orientación de los puños de los agarres (especialmente el del tsurite), según se esté en posición de ataque o de defensa.
En posición de ataque, los puños deben estar orientados con las palmas hacia uno mientras que, en defensa, la palma debe estar orientado hacia el rival (hacia adelante).
En posición de ataque, el puño del tsurite debe crear un espacio libre entre el judogi y el pecho del rival, mientras que, en defensa, el puño debe estar apoyado en su pecho, de modo de poder captar sus movimientos.
Los brazos deben estar suficientemente relajados tanto para captar al instante los movimientos del rival, como para reaccionar a los mismos.
Taisabaki:
Presenta varios ejemplos de formas de desequilibrar con el movimiento de apertura y cierre de axilas y codos, así como con el manejo coordinado de hombros y cadera. También, presenta varias formas de controlar los movimientos del rival para impedir su ataque y de frenar sus desplazamientos con un trabajo de piernas para iniciar un ataque.
Fujii y su libro
Con relación al manejo de las muñecas, recordamos uno de los últimos mensajes del Sensei Keisuke MIYAKE de la Universidad CHUKYO que nos visitara con un grupo de sus alumnos en 3 oportunidades entre 2018 y 2020. Al final de una de las prácticas, nos dijo “si quieren seguir disfrutando de la práctica del Judo por mucho tiempo, les recomiendo aprender a relajar las muñecas”. A propósito, una de las cosas que nos mostró para lograr una mayor relajación y libertad de movimiento de las muñecas fue sacudir la solapa del compañero tratando que de modo que se pueda escuchar el sonido del viento que genera.
Para finalizar, quisiera agregar que este “aflojar la fuerza” debe sumarse a lo que venimos insistiendo a lo largo de varias notas, el “randori al 70%” para buscar un Judo más técnico y que dependa menos de la fuerza.
El Sensei Miyake mostrando el trabajo con la muñeca
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